El Ejército de Israel afianza su control en el norte de la Franja de Gaza mientras incrementa sus ataques en el sur, especialmente en el bastión de Hamás en Jan Yunis, mientras los muertos en el enclave palestino ya superan los 20.250, el 70% de ellos civiles.
“Al entrar en los nuevos bastiones de Hamás, las tropas se involucran en intensos combates”, dijo en conferencia de prensa el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, al precisar que las tropas están atacando “muy intensamente” en Jan Yunis los túneles del grupo islamista Hamás.
«Hemos ampliado las fuerzas de ingeniería de combate allí y ampliaremos las capacidades» terrestres en los próximos días, añadió.
En Rafah, el extremo sur de la Franja que colinda con Egipto, bombardeos israelíes mataron la víspera a Hasan al Atrash, quien estaba a cargo del suministro, producción y contrabando de armas para Hamás, no solo en Gaza sino también en Cisjordania ocupada.
Por otro lado, las tropas israelíes, que han destruido o incautado unos 30.000 explosivos desde que se inició la incursión terrestre el 27 de octubre, también afianzaron su presencia en el norte de la Franja.
En los barrios de Daraj y Tufah de la ciudad de Gaza, los soldados encontraron un alijo de armas en una escuela, incluidos artefactos explosivos, cohetes y capacidades «estratégicas» pertenecientes a las fuerzas navales de Hamás, que podrían haber sido utilizados contra buques de la Armada israelí, informó Hagari.
Los feroces combates causaron la muerte de cinco soldados israelíes en dos días: cuatro de ellos fallecieron ayer en dos eventos distintos en el sur de Gaza y otro más murió hoy en un combate en el norte del enclave.
En total, 477 soldados han muerto desde que estalló la guerra el 7 de octubre, de los cuales 144 fallecieron durante la incursión terrestre en el enclave.
La guerra, que estalló el 7 de octubre tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados, vivió este sábado su 78ª jornada bélica.
Hamás dijo este sábado que, debido a los intensos bombardeos del Ejército israelí sobre Gaza, perdió contacto con los milicianos a cargo de un grupo de rehenes y advirtió que tres de ellos podrían haber muerto.
Más civiles muertos en Gaza
Mientras, el número de víctimas por la guerra en la Franja de Gaza subió a 20.258 muertos, 53.688 heridos y cerca de 7.000 personas atrapadas bajo los escombros.
El Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás, actualizó las cifras tras registrar 201 muertos y 368 heridos durante las últimas 24 horas.
El Ejército israelí realizó este sábado una serie de ataques aéreos en el campo de refugiados de Al Bureij, situado en el centro de la Franja de Gaza, y en el campo de refugiados de Yabalia, en el norte, informó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
En Yabalia, aviones de combate israelíes atacaron con misiles un edificio residencial, provocando la muerte de decenas de civiles, mientras que otro ataque contra la casa de la familia Al Borsh causó doce muertos y muchos otros atrapados bajo los escombros, todos mujeres y niños, informó la agencia.
En la ciudad de Gaza y sus suburbios del norte, particularmente en los barrios de Sheikh Radwan y Shujaiya, intensos ataques aéreos tuvieron como objetivo viviendas civiles y causaron la muerte del periodista Mohamed Nasr Abu Hwaidi, según Wafa.
Según el Comité de Protección de Periodistas, 64 palestinos que trabajaban los medios de comunicación han fallecido en Gaza durante la guerra, el periodo más letal para los reporteros desde que la organización empezó a documentar, en 1992.
Por otro lado, la Defensa Civil de Gaza informó de la recuperación de decenas de cuerpos en descomposición de las calles de la ciudad de Beit Lahia, en el norte de Gaza, tras la retirada de los tanques y vehículos blindados israelíes.
«La mayoría de los cuerpos recuperados fueron sometidos a ejecuciones y fueron mutilados por perros callejeros», asegura Wafa.
La guerra ha provocado 1,9 millones de desplazados en la Franja -casi el total de la población- que viven una crisis humanitaria sin precedentes ante la escasez de agua potable, alimento, medicinas, electricidad y combustible, además del colapso de los hospitales y el brote de epidemias en pleno invierno. EFE