La quema de años viejos es una de las tradiciones más populares del Ecuador. Sin embargo, en Quito, esta actividad es prohibida en el espacio público y al cielo abierto. “Hacemos un llamado a la ciudadanía para que no lo haga en los espacios públicos porque generan un daño gravísimo”, dijo Lira Villalva, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control (AMC).
Los operativos de la AMC se intensificarán. Las multas pueden ir desde 225 hasta 900 dólares, dependiendo de los agravantes y los daños que la quema de monigotes genere. “Más allá de esto, hay que ver la peligrosidad de esta actividad de las personas con la pirotecnia”.
La medida responde a que el material y relleno que tienen algunos monigotes, como ropa vieja, papel periódico, aserrín o pirotecnia que afectan el espacio público. “También el deterioro que se puede causar a la infraestructura pública. La pavimentación y las calles pueden sufrir graves deterioros”, manifestó Villalva.
Para evitar sanciones, en la actualidad hay varias opciones como los monigotes ecológicos que vienen en su propia caja para ser quemados.