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Nueva York: Ecuatorianos obtienen documentos falsos en las calles por $90

Tiempo de lectura: 4 minutos

 

Nueva York.- El paso de los vagones del metro sobre las vías aéreas en la avenida Roosevelt hace que la tierra vibre, que todo lo demás sea inaudible, aportando más caos al sector de Jackson Heights, en el distrito de Queens. Un barrio latino de Nueva York que concentra una comunidad de ecuatorianos en Estados Unidos.

Las aceras están ocupadas por puestos ambulantes de comida típica, los vendedores informales ofrecen los productos y se mezclan entre la multitud.

En medio del ruido y entre las casas de este populoso barrio latino, a plena luz del día, se esconde el comercio ilegal de documentos falsos, que deja grandes ganancias a las mafias que lo controlan.

Aquí nada es oficial: no existe una tienda con un rótulo o algún sitio marcado donde los interesados puedan acercarse para obtener los documentos ‘chuecos’ que les permitan trabajar.

El mecanismo funciona así: una persona que hace el “enganche” se ubica en las esquinas o en la salida de locales estratégicos a lo largo de la avenida Roosevelt. Cuando perfila un potencial cliente lanza la palabra ‘Social’ o dice ‘Green Card’, esta es la clave para saber que ellos pueden proveer los papeles falsos.

Por USD 90 se puede obtener dos documentos: una tarjeta plástica de residente permanente en Estados Unidos y una tarjeta de cartulina de Seguro Social, este último sirve para descontar los impuestos y es uno de los requisitos para trabajar en Nueva York.

Un joven ecuatoriano de 21 años oriundo de Manabí llegó hasta Jackson Heights en busca de los ‘chuecos’. Él quiere trabajar en el área de la construcción y es uno de los requisitos antes de iniciar. El enganchador se percata que aquel joven busca papeles, se acerca hacia él y le explica que el costo es de USD 90.  Deberá abonar USD 20 de entrada, la diferencia, el momento que lleguen los documentos, dentro de una hora y media.

El cliente acepta, le toma una fotografía con el celular, le consulta los nuevos datos que quiere para sus papeles: como su nuevo nombre y fecha de nacimiento. Cuando llegan los documentos falsos, el joven entrega los USD 70 restantes y el trato queda sellado.

Durante una hora, PRIMICIAS pudo verificar que el enganchador logró atrapar una docena de clientes: más de USD 1.000 amasados con este negocio ilegal.

Varias son las historias de los ecuatorianos que han recurrido a los “papeles de la Roosevelt” para poder encontrar trabajo, aunque no siempre en las mismas condiciones.

Marlene y su esposo llegaron desde Quito hace tres meses y recurrieron a estos documentos para trabajar.

Presentaron papeles falsos en una fábrica en New Jersey. El primer mes no tuvieron problema, pero cuando sus empleadores descubrieron que los documentos no eran originales, les dieron dos alternativas: despedirlos e informar a las autoridades, o seguir trabajando, pero con una paga de USD 10 la hora, el pago regular es de USD 15.

El cónsul general del Ecuador en Nueva York, José Sandoval, advierte que utilizar documentos ilegales podría “forzar una deportación, al estar violando la Ley”. Según el funcionario, los ecuatorianos pueden encontrar trabajo con el carnet consular ecuatoriano.

Cada mes el consulado tramita 60 carnets de este tipo que, de todas formas, no es suficiente para atender el flujo de ecuatorianos que han llegado a Nueva York en 2023 y que ya superan los 88.071.

Jóvenes ecuatorianos como ‘Andrea’ (nombre protegido) no tienen carnet consular, pero no tuvo que ir a la avenida Roosevelt para obtener un documento falsificado que le permita trabajar. Para ella fue suficiente con enviar una foto por WhatsApp a uno de sus familiares, que se encargó del trámite.

La semana pasada ella asistió al consulado General de Ecuador para tramitar su pasaporte, el anterior se lo quitaron al pasar la frontera entre México-Estados Unidos.

‘Andrea’ llegó hace seis meses a Nueva York y aunque reconoce que es una ciudad costosa, en el trabajo de construcción que realiza gana USD 100 diarios, lo que le permite solventar sus gastos básicos y el pago de una habitación compartida.

La joven teme que las personas que trabajan con ella se percaten de que los papeles que presentó son falsificados. Espera, con “la ayuda de Dios”, poder conseguir los papeles legales.

La construcción, uno de los que mejor paga a los inmigrantes

En la ciudad de Nueva York, tener papeles, un buen contacto o incluso algo de suerte permite a las personas acceder a trabajos remunerados y a un pago básico por hora/trabajo de USD 15. Sin embargo, existen casos de ecuatorianos que llegaron en la última ola migratoria y que gracias a conocimientos básicos en el área de la construcción pueden ganar más de USD 1.000 cada semana.

Jefferson Morante es oriundo Yaguachi, provincia del Guayas. Está en Nueva York desde la Navidad de 2022. Como otros ecuatorianos tuvo que cruzar la Selva del Darién, pero califica a su travesía como ‘relajada’, pues está acostumbrado a los trajines, dice.

Al inicio trabajaba en restaurantes, pero no le gustó; luego empezó a frecuentar la Roosevelt, donde empezó a hacer contactos para trabajar en edificaciones. Habla un poco de inglés y reconoce que su fuerte son los conocimientos básicos de construcción.

Ahora, se dedica a instalar ventanas: trabajando seis días a la semana gana un promedio de USD 1.000. Él no tuvo que presentar papeles: la empresa donde trabaja, dice, no se los ha pedido y recibe sus pagos en efectivo.

Su primera meta es reunir dinero para pagar sus deudas en Ecuador -que ascienden a USD 15.000-. Él ha aprendido nuevas técnicas de construcción y, en el futuro, espera regresar al país y emprender.

El lema “la tercera es la vencida” no aplica para Diego Saquicela, oriundo de Guachapala (Azuay). El ecuatoriano llegó hace dos meses a Nueva York, luego de haber fracasado en tres ocasiones anteriores: 2007, 2021 y a inicios de 2023.

Él tampoco necesita papeles para trabajar: su cuñado es dueño de una compañía de pintura, lo que le permitió laborar de inmediato.

Una persona que se dedica a la pintura puede ganar entre 175 a 200 dólares diarios en Nueva York, por lo que su ganancia supera los USD 1.000 semanales.

Saquicela paga un promedio de USD 1.000 entre alimentación y vivienda cada mes, pues vive con su hermana. Es consciente de que corrió con suerte, pero reconoce que existen otros compatriotas para quienes ha sido más complicado conseguir un trabajo fijo o los cinco días a la semana.

Él invirtió cerca de USD 22.000 para migrar a Nueva York por las Bahamas, su primer paso será ahorrar esa cantidad y, por el momento, quiere quedarse a vivir en Estados Unidos.

 

Con información de Primicias

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