Después de más de tres semanas desde el ataque terrorista de Hamás en un festival de música en Israel, la familia de Shani Louk ha recibido la dolorosa confirmación de su fallecimiento. La joven de 23 años, secuestrada y exhibida en un vídeo por Hamás, fue identificada a través de pruebas de ADN, que coincidieron con una astilla de su cráneo.
Aunque su cuerpo aún no ha sido encontrado, la madre de Louk sugiere que podría haber muerto por disparo en la cabeza durante el ataque del 7 de octubre. El presidente de Israel, Yitzchak Herzog, denunció el brutal asesinato, describiéndolo como un acto bárbaro y sádico que va más allá de un pogromo, calificándolo como un matadero y recordando las horribles tragedias presenciadas en la frontera entre Gaza e Israel.