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Multiverso: 4 formas de entenderlo según la ciencia

Tiempo de lectura: 5 minutos

 

Imagínate esto: es el día de una entrevista importante pero te quedaste dormido, así que rápidamente te vistes, coges algo de comida y corres a la parada del autobús.

Pero no alcanzas a subirte al bus, así que no tienes más remedio que caminar, rápido.

Revisas tu reloj mientras doblas la esquina y chocas con un peatón desprevenido. Ofuscado, sueltas una groserías y te vas.

Finalmente llegas a la cita, sudado y alterado, solo para descubrir que tu entrevistador es ese peatón al que le acabas de lanzar un aluvión vicioso de blasfemias.

Pero por suerte, hay tantos para elegir.

Debido al afecto desmesurado de nuestros padres, muchos de nosotros vivimos bajo la falsa impresión de que somos, por alguna razón, especiales: una mezcla totalmente única de átomos e historias personales que se combinan para hacer ese precioso alguien que llamamos “yo”.

La cuestión es que el mundo de la física contemporánea nos dice todo lo contrario.

Nos dice que en algún lugar del vasto cosmos existen otros mundos en los que versiones idénticas de ti están viviendo felices bajo la impresión de que ellos, y solo ellos, son el verdadero tú.

Me refiero, por supuesto, al multiverso, una teoría que sostiene que nuestro universo no es más que uno de muchos universos infinitos, de infinita variedad.

Ahora, eso puede sonar muy loco, y lo es, pero en realidad se basa en una ciencia bastante sólida.

A principios de la década de 1980, los investigadores decidieron medir el resplandor del Big Bang e hicieron el sorprendente descubrimiento de que los niveles de radiación eran idénticos en los extremos opuestos del universo observable.

Esto llevó a una teoría llamada inflación, la idea de que después del Big Bang, el espacio-tiempo se expandió a una velocidad vertiginosa, creando un plano cósmico uniforme y potencialmente infinito.

“Cuando hablamos de nuestro universo en astrofísica, no nos referimos a todo el espacio, sino solo a una región esférica desde la cual la luz ha tenido tiempo de llegar a nosotros durante los 13.800 millones de años transcurridos desde nuestro Big Bang”, le explicó a la BBC el renombrado físico y cosmólogo Max Tegmark.

“Si ese es nuestro universo y el espacio es más grande que eso, entonces, por definición, también hay otros universos, llenos de galaxias y otras cosas interesantes que son tan reales como las nuestras.

“La gente allí llamaría a eso su universo”.

Entonces, si hay otros mundos por ahí, ¿cómo serían?

Nivel I: Inflación cósmica

“El multiverso de nivel I son solo otras regiones del espacio, del tamaño de nuestro universo”, señaló Tegmark.

“La única diferencia es que las partículas allá comenzaron en lugares ligeramente diferentes a las de aquí, así que Reino Unido podría haber perdido la Segunda Guerra Mundial en lugar de ganarla; mi nombre podría no ser Max Tegmark sino Max Shmerkark…

“No importa cuán improbable sea que haya una copia de mí con algunos otros rasgos, esa probabilidad no es cero, porque sucedió aquí que existo en esta forma, así que si tiras los dados infinitas veces, habrá otras copias de mí, algunas muy parecidas, y muchas más que son un poco como yo pero diferentes”.

¿Qué significa eso para ti?

Bueno, la probabilidad dicta que en algún lugar del cosmos existe una versión de ti que no se quedó dormida el día de la entrevista y otra que alcanzó a tomar el autobús. Incluso una que nunca fue a la entrevista, pues es atleta o astronauta.

El punto es que hay infinitas posibilidades dentro de este plano, infinitas reconstrucciones átomo por átomo de ti, limitadas solo por su conformidad con las leyes físicas de nuestro universo.

Pero, ¿qué tal si no estuvieran limitadas?

Nivel II: Inflación caótica eterna

“El multiverso Nivel II sigue siendo un espacio infinito, como el multiverso de nivel 1, pero es mucho más diverso”, dijo Tegmark.

“Si te vas superlejos en el espacio, llegarás a regiones donde no solo la historia se desarrolló de manera diferente, sino que te enseñarán cosas diferentes en las clases de física.

“Eso es porque hemos aprendido que incluso lo que pensamos que es espacio vacío, probablemente es una sustancia, que puede congelarse y derretirse, y estar en muchas formas diferentes.

“Ese proceso de inflación que creemos hizo este vasto espacio cósmico fue tan violento, que creó una cantidad infinita de cada tipo de espacio”.

En el nivel 2, todas las leyes físicas se echan por la borda.

Tal vez en otro universo la gravedad funciona de manera diferente. Tal vez estamos hechos de sonido o seamos planos o quizás extrañas bolas de energía flotantes que existen en 12 dimensiones.

No sólo es posible todo universo concebible, sino también todo universo inconcebible, si te lo puedes imaginar, que no puedes, por definición.

Nivel III: Multiverso quántico

“Mientras que los universos paralelos de nivel I y II están muy, muy lejos en nuestro mismo espacio, el multiverso Nivel III está aquí en cierto sentido, en esta cosa llamada el espacio cuántico de Hilbert”, explicó Max Tegmark.

“Sabemos que las partículas elementales pueden estar en dos lugares a la vez.

“Pero yo estoy hecho de partículas elementales, así que si pueden estar en dos lugares una vez, yo también puedo.

“Entonces, una versión de mí podría estar aquí hablando contigo, mientras que otra versión de mí sacó helado del congelador y se lo está comiendo en otra parte.

“Y se descubrió un efecto de censura cuántica llamado “decoherencia” que explica por qué estas dos versiones de Max son completamente inconscientes la una de la otra.

“Así que en realidad se siente como si la realidad se bifurcara en ramas paralelas.

“Pero esos dos Max, el que come helado en este momento y el que te habla, sienten que son los únicos”.

Nivel IV: Multiverso matemático

“El multiverso Nivel IV es el más diverso de todos.

“En él, toda realidad física que corresponde a una estructura matemática -que puede ser descrita con matemáticas- existe no sólo matemáticamente, sino también físicamente”, apuntó el físico.

“Así que podrías tener un universo donde el tiempo ni siquiera fluye continuamente, sino discretamente, como un juego de computadora; o incluso tener algunos universos que simplemente no tienen tiempo”.

Para aclarar, Tegmark subrayó que “no es que el multiverso nivel IV exista en el espacio y el tiempo, sino que el espacio y el tiempo existen en algunos de esos universos de nivel IV”.

En el nuestro, dijo, “tenemos espacio y tiempo, tenemos el tipo correcto de física de partículas elementales que respalda la vida.

“Así que vivimos en un oasis, y la realidad completa es como una versión enorme del desierto del Sahara, con un oasis ocasional aquí y allá”.

Pero, ¿entonces?

Los multiversos son predicciones basadas en teorías científicas muy bien sostenidas, así que, al menos por el momento, parece que todos estos están aquí para quedarse.

Y quizás eso esté bien. La ciencia, después de todo, es solo una herramienta que usamos para investigar en el mundo que nos rodea.

Cuando descubrimos algo que nos puede desencadenar crisis existenciales, no es que el mundo cambió, sino que simplemente lo empezamos a mirar con nuevos ojos.

“Algunas personas me preguntan cómo nuestro universo le da sentido a nuestras vidas como seres conscientes, pero en realidad es al revés: somos nosotros los que damos sentido a nuestro universo”, cuenta Tegmark.

“Es a través de nosotros, pequeñas partes minoritarias de nuestro universo que tienen la complejidad de experimentar cosas, que nuestro universo puede tomar conciencia de sí mismo”.

Quién sabe, tal vez cuando finalmente aceptemos que solo somos grandes simios sentados en una roca que viaja a 108.000 kilómetros por hora a través de una extensión potencialmente infinita, podremos dejar de tomarnos todo tan en serio.

 

Con información de la BBC Mundo

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