“El único que le puede poner fin a la inflación soy yo”, asegura Javier Milei, el candidato presidencial argentino que ganó las elecciones primarias en Argentina.
Javier Milei, el economista autodenominado libertario que encabeza La Libertad Avanza, ha emergido como la sorpresa en las elecciones primarias de Argentina, al obtener más del 30% de los votos, convirtiéndose en el líder indiscutible de la carrera presidencial.
En una entrevista tras su impresionante victoria en las primarias, Milei declaró: “¿De qué manera? Dolarizando la economía”. Su propuesta de dolarizar la economía argentina se ha convertido en el pilar de su campaña y le ha otorgado el favoritismo para las elecciones generales del 22 de octubre.
Este economista y candidato presidencial se ha destacado por su enfoque radical, que incluye la demolición del Banco Central y una drástica reducción del gasto estatal. Milei ha afirmado: “Cuando hablo de quemar el Banco Central no es una metáfora, lo quiero dinamitar, pero esto es literal. Es decir, hacerlo implosionar y que queden todos los escombros”. Su objetivo es que todas las transacciones se realicen en dólares, lo que, según él, pondría fin a la inflación galopante y la pobreza que afectan a gran parte de la población argentina.
Milei, un seguidor declarado de políticos como Donald Trump y Jair Bolsonaro, ha asegurado que técnicamente es posible dolarizar la economía argentina y que ya está trabajando en un proyecto de ley para enviar al Congreso en caso de llegar a la presidencia. Aunque inicialmente propuso un plazo de dos años y medio para la dolarización, ahora se muestra dispuesto a implementarla lo más rápido posible.
Sin embargo, la principal preocupación en torno a la propuesta de Milei es la disponibilidad de dólares en Argentina, dado que las reservas han disminuido significativamente y la circulación de dólares es limitada. Ante esta inquietud, Milei ha afirmado que ya tiene una solución para este problema, aunque no ha proporcionado detalles específicos al respecto.
Con su enfoque audaz y controvertido, Javier Milei se ha convertido en una figura prominente en la política argentina y ha sacudido el panorama electoral con su propuesta de dolarizar la economía como la solución para poner fin a la inflación y la pobreza en el país. Su liderazgo en las elecciones primarias lo posiciona como un contendiente serio en las elecciones generales que se avecinan.
“Nosotros estuvimos avanzando en negociaciones y ya conseguimos los dólares para dolarizar la economía al valor del dólar de mercado. Seguimos trabajando para resolver un gran problema de Argentina, que es la inflación”, escribió Milei en su cuenta de la red social X (antigua Twitter), sin explicar cómo habría conseguido los fondos.
De acuerdo con las estimaciones del grupo de asesores del candidato, actualmente son necesarios alrededor de $ 35.000 millones para implementar la idea sin necesidad de una devaluación.
Según Milei, el cierre del Banco Central permitiría poner en circulación los dólares que mantiene como reservas internacionales y así incrementar el circulante del billete verde.
Es decir, lo que va a poner fin al problema de la inflación, asegura, es que “le saquen la máquina de imprimir billetes a los políticos”.
Para llevar a cabo su plan, Milei pretende impulsar una serie de cambios estructurales como una reforma del Estado, flexibilización del mercado laboral y apertura de la economía, antes de avanzar hacia la dolarización.
El segundo paso sería eliminar el organismo que regula las entidades financieras para que exista una “competencia entre las monedas”.
“Una vez lo desregularizás, elegís lo que quieras. Podés usar el oro, el franco suizo, la libra”, dijo en declaraciones a la prensa local.
La última fase para conseguir la dolarización sería canjear algunos fondos del Banco Central por “deuda pública” y usar otros recursos para inyectar dólares en la economía, cerrando finalmente el organismo que imprime los pesos argentinos.
Algunos de sus asesores han argumentado que, a final de cuentas, los argentinos han elegido ahorrar en dólares; es decir, han elegido el dólar como su moneda.
¿Cómo se compara con la dolarización en Ecuador?
En América Latina hay tres países dolarizados: Ecuador, El Salvador y Panamá.
Milei ha puesto como ejemplo la dolarización ecuatoriana al calificarla como exitosa y afirmando que los ecuatorianos están “muchísimo mejor” que los argentinos.
Para aplicar una política similar, el candidato ha declarado que una de las posibilidades puede ser “un mix” entre la dolarización ecuatoriana y la salvadoreña, en cuanto a la velocidad de implementación.
Hace más de 20 años Ecuador inició su dolarización cuando la economía atravesaba una crisis tan profunda que la medida fue concebida como la última carta para salvar a un país que estaba a la deriva, con una hiperinflación que llegó al 96% y una moneda nacional, el sucre, completamente devaluada.
En aquella época el presidente Jamil Mahuad dolarizó la economía ecuatoriana, en medio de un clima de polarización política que provocó la salida del gobierno.
Al siguiente año, el entonces presidente de El Salvador, Francisco Flores, anunció que el país utilizaría dos monedas: el colón y el dólar.
Pero apenas los colones dejaron de circular, el dólar se transformó en la única moneda del país.
A diferencia de Ecuador, que cambió su moneda porque estaba en medio de un shock económico, la dolarización salvadoreña respondió más bien a un asunto de intereses económicos, puesto que era una condición imprescindible para aprobar el Tratado de Libre Comercio con EE.UU., que eliminaba los aranceles aduaneros para ambas partes.
Si bien Latinoamérica tiene tres países dolarizados, los contextos fueron muy diferentes.
“Son economías muy pequeñas que están directamente integradas al comercio con Estados Unidos”, explica Caprarulo.
Ecuador dolarizó después de haber tenido una crisis muy fuerte, especialmente una crisis bancaria.
“Argentina no está sufriendo una crisis bancaria, los bancos tienen una liquidez en dólar alta como para responder ante los depósitos de los ahorristas”, agrega.
Y en cuanto a los efectos de la medida, argumenta que “Ecuador no resolvió sus problemas de crecimiento, de productividad. El país ha mostrado muchos problemas sociales, mucha fragilidad”.
Menescaldi también dice que es difícil comparar países tan diferentes.
“Nuestro país es mucho más grande que Ecuador o El Salvador. Nuestro mercado es distinto, nuestras relaciones económicas son distintas”.
Jamil Mahuad: Paralelismo entre Argentina y Ecuador
El expresidente de Ecuador, Jamil Mahuad, recordó la implementación de la dolarización de la economía en el país durante su mandato (1998-2000) y señaló que la situación actual en Argentina le evoca un período de crisis similar al que vivió Ecuador en la década de los ’90.
En una entrevista con el canal Memo TV, Mahuad hizo un paralelismo entre la situación argentina actual y el contexto que enfrentó Ecuador antes de la dolarización. Recordó que asumió la presidencia en 1998 en medio de una inflación creciente, un déficit fiscal considerable y sucesivas devaluaciones de la moneda local. Estos desafíos económicos se agravaron en los primeros meses de su gobierno.
Para abordar esta crisis, Mahuad implementó un conjunto de medidas económicas que llevaron a la dolarización de la economía ecuatoriana, aunque conllevó desequilibrios iniciales y la retirada del apoyo de las Fuerzas Armadas, lo que resultó en su derrocamiento en enero de 2000.
El expresidente destacó la respuesta positiva del pueblo ecuatoriano a la dolarización y resaltó que el 92% de la población prefería mantener el dólar como moneda oficial en lugar de inventar una nueva moneda. Explicó que la decisión de dolarizar se tomó después de agotar múltiples esquemas de tipo de cambio y que la convertibilidad y la dolarización fueron las opciones que no se habían intentado previamente.
Mahuad reconoció similitudes entre la situación económica actual de Argentina y la etapa previa a la dolarización de Ecuador, especialmente en lo que respecta al aumento del dólar, las tasas de interés y la caída de los salarios, lo que genera protestas sociales y diversas opiniones sobre cómo abordar el problema.
El expresidente aclaró por qué no eligió la convertibilidad en su momento, explicando que habría requerido un acto casi milagroso para ganar la confianza de la población en una moneda local en igualdad de condiciones con el dólar. Finalmente, señaló que Ecuador fue el primer país en dolarizarse y mencionó que consultó al entonces ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, y su equipo de la Fundación Mediterránea, quienes brindaron asesoramiento sobre las implicaciones y el proceso de dolarización.
Mahuad destacó la complejidad de la dolarización como un paso crítico para estabilizar la economía y compartió su experiencia como referencia para comprender la situación económica en Argentina.