El asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio ha provocado consternación en Latinoamérica. Desde Argentina hasta México, los países de la región se han unido para condenar el crimen contra el político y periodista, han ofrecido sus condolencias y han expresado su rechazo a la violencia. “Son momentos muy difíciles, lamentables y también hechos reprobables, muy dolorosos”, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en una conferencia de prensa este jueves. El mandatario, sin embargo, señaló que el ambiente previo a la elección del próximo 20 de agosto en el país sudamericano ha dado pie a que se acuse “de manera sensacionalista” a dos organizaciones criminales mexicanas, el Cartel Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Sinaloa, de estar detrás del atentado.
“No me atrevería a adelantar nada sobre los motivos, porque no hay elementos”, dijo López Obrador, antes de calificar las líneas que apuntan a los carteles mexicanos como “hipótesis y conjeturas”. El presidente de México pidió “actuar con mucha responsabilidad y seriedad” antes de adelantar conclusiones y “culpar a la ligera a nadie”. “No hay que olvidar que siempre y más en tiempos electorales se inventan cosas”, agregó.
El propio Villavicencio había denunciado amenazas de grupos criminales con vínculos con los carteles mexicanos. “Dijeron que me iban a quebrar, pero no les tengo miedo”, afirmó el político ecuatoriano. El candidato, que se presentó en la campaña como un ariete contra la corrupción y el crimen organizado, señaló de forma directa a la banda de Los Choneros, brazo armado del Cartel de Sinaloa en la región, y a uno de sus líderes, José Adolfo Macías Villamar, alias Fito.
Horas después del asesinato tras celebrar un mitin en una escuela de Quito, la capital del país, circuló en redes sociales un vídeo en el que el grupo de Los Lobos, aliado del rival Cartel Jalisco, se atribuyó el ataque. El mensaje grabado es similar a los que han lanzado organizaciones de México en otras ocasiones, aunque desde un inicio se puso en duda la autenticidad de las imágenes y se manejó que pudo haber sido una fabricación de Los Choneros. El portal Verifica Ecuador constató que era falso y compartió un desmentido de Los Lobos. Los tentáculos de ambos carteles mexicanos se extienden hasta Sudamérica, donde han establecido alianzas para afianzar rutas de tráfico de drogas desde Colombia y países vecinos como Ecuador y Venezuela.
La lucha contra el narcotráfico y la inseguridad se consolidó como uno de los ejes de la campaña presidencial, ante el aumento de la violencia en los últimos años, pese a que Ecuador era considerado tradicionalmente uno de los países más seguros de la región. “Se puede lograr un consenso y que los partidos entiendan que las necesidades de seguridad no entienden de política, a cualquiera de nosotros nos pueden matar”, dijo la candidata correísta Luisa González, puntera en las encuestas, en una entrevista con EL PAÍS a principios de julio.
González suspendió un acto de campaña tras enterarse de la noticia. Otros aspirantes de todo el espectro ideológico, desde el izquierdista Yaku Pérez hasta el empresario Jan Topic, hicieron lo mismo. “No encontramos aún la manera de reaccionar ante el horror y el dolor”, señaló Movimiento Construye, el partido de Villavicencio. “Ecuador se ha convertido en un Estado fallido”, afirmó el expresidente Rafael Correa y lanzó duras críticas contra el Gobierno de Guillermo Lasso. “Destrozaste al Ecuador por tu ineptitud y codicia”.
El Gobierno del colombiano Gustavo Petro ofreció sus condolencias a amigos y familiares, y confío en que las instituciones del país vecino son lo suficientemente fuertes para esclarecer los hechos. “La Cancillería de Colombia rechaza de manera vehemente el asesinato del candidato a la Presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio”, se lee en un comunicado. Las autoridades de Perú expresaron “su más firme rechazo a todo acto de violencia e intimidación que afecte el desarrollo de la democracia en la región”.
La Administración de Lula da Silva en Brasil enfatizó su “profunda consternación” y confió en que los responsables serán llevados ante la justicia. El Gobierno de Alberto Fernández en Argentina declaró ·su solidaridad con el pueblo de Ecuador”. “Este injustificable hecho nos recuerda la importancia de fortalecer la convivencia democrática y el diálogo como herramienta de lucha contra la intolerancia y violencia”, señaló el Ministerio de Exteriores de Chile.
Las muestras de rechazo se extendieron también por Centroamérica. “Derrotar el crimen organizado es el mandato de nuestras democracias”, afirmó la presidenta de Honduras, Xiomara Castro. “No se puede tolerar que la violencia política atente contra la vida y la democracia, la paz y justicia deben prevalecer”, dijo el guatemalteco Alejandro Giammattei.
La Organización de Estados Americanos (OEA) calificó el asesinato como “salvaje” y “un acto trágico”. “Instamos a todos los candidatos a fortalecer sus medidas de seguridad y a las autoridades a brindar el apoyo necesario para garantizar la integridad de los participantes”, exigió la misión de observación electoral de la OEA.
Más allá de Latinoamérica, Estados Unidos ofreció apoyar las investigaciones sobre el crimen. China confió en que los principales actores políticos mantendrán la estabilidad del país. Francia calificó el atentado como un acto barbárico y España ratificó su apoyo a las instituciones y al proceso democrático en el país sudamericano.
El presidente Lasso decretó el estado de excepción en todo el país durante los próximos 60 días. “Este es un crimen político que adquiere carácter terrorista y no dudamos de que sea un intento de sabotear el proceso electoral”, dijo el mandatario, que era cercano a Villavicencio. Lasso apuntó al crimen organizado y recordó las amenazas que el candidato había denunciado en las últimas semanas. La decisión del Consejo Nacional Electoral fue mantener la fecha para celebrar la primera vuelta de las elecciones en 10 días.
Texto original publicado en El País