Conmoción y duelo en Ecuador tras el asesinato de Fernando Villavicencio, antiguo azote del expresidente Correa y candidato electoral comprometido contra la corrupción y la situación de violencia que arrecia en el país andino. Queda así manchada de sangre la campaña electoral previa a los comicios del 20 de agosto de 2023, una campaña que ya venía polarizada por partidarios y opositores al correísmo y marcada por las propuestas de los candidatos para combatir la rampante violencia.
Encuestas pronosticaban un posible segundo puesto para Villavicencio, por detrás de Luisa González, la candidata afín a Rafael Correa(otros sondeos lo ubicaban en puestos más abajo). Con este asesinato, la crisis de seguridad en el país adquiere una magnitud hasta ahora desconocida: “Cada vez queda más claro que Ecuador es el centro de la violencia en el mundo andino, superando la tasa de homicidios de México”, dice a Deutsche Welle Constantin Groll, director de la oficina de la Fundación Friedrich Ebert (cercana a la socialdemocracia alemana) en Ecuador. “Hay muchos indicios de que estamos reviviendo la historia mexicana de los 2000, con el gran auge de los carteles mexicanos, ojalá se puedan aprender lecciones de aquel caso”, agrega Groll.
“Un nuevo nivel de escalada de la violencia”
La crisis se ha agudizado tanto en los últimos meses, que no anticipaba nada bueno para la campaña electoral: asesinatos de políticos, masacres carcelarias, violencia del crimen organizado, narcotráfico: “Estamos sumidos en una crisis de seguridad, económica y social muy profunda. Hay secuestros, extorsiones a negocios y también a empresas, universidades públicas, centros médicos…”, enumera Groll, quien agrega que “cada vez hay más voces de expertos que indican que hay vínculos entre el Estado y el crimen organizado”.
La grave situación, que antes se daba sobre todo en la zona de costa, donde el narcotráfico puede dar salida a su mercancía a través de los puertos, ha llegado ahora a Quito, el corazón del país. “Estamos todos en shock por el asesinato de Villavicencio”, dice a Deutsche Welle Johannes Hügel, representante de la Fundación Konrad Adenauer (cercana al partido democristiano alemán CDU) en Ecuador. “La tragedia sucedió a pocos metros de nuestra oficina en Quito y estamos todos muy tristes por lo que está pasando en el país”, explica Hügel. “Lo sucedido es un nuevo nivel de escalada de la violencia”.
Campaña marcada por el asesinato de Villacencio
La campaña electoral sigue su curso y la fecha de los comicios se mantiene, pero el país estará los próximos 60 días bajo el estado de excepción, decretado por el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso. La medida permite el patrullaje de militares en las calles para garantizar el proceso electoral.
Si el combate a la violencia ya era tema predominante antes del asesinato de Villavicencio, es de imaginar que, a partir de ahora, se convierta en asunto clave. Pero ¿cómo cambia el asesinato de Villavicencio el panorama? “La atmósfera es tensa y violenta, hay cada vez más desesperanza en el pueblo ecuatoriano”, explica Johannes Hügel.
“Una parte teme que vuelva aquel correísmo que no respetaba valores democráticos. Ahora el electorado podría optar por un candidato como Jan Topic, que se ha mostrado como una especie de Rambo -él mismo ha publicado fotos con un rifle-, que quiere combatir el narcotráfico. El asesinato de Villavicencio podría dar un empuje a su campaña”, agrega Hügel.
Constantin Groll, por su parte, espera que el magnicidio no sea utilizado con objetivos políticos: “El asesinato debe suponer un punto de inflexión para cambiar el debate público, en vez de buscar siempre fines políticos personales o partidistas. No sé si será posible, porque la polarización es bastante fuerte”, afirma.
“No más promesas irreales”
“Lo que Ecuador necesita ahora es una fuerte institucionalidad”, prosigue, por su parte, Johannes Hügel, de la KAS. “Los candidatos deben dar propuestas concretas y realistas, no hacer promesas irreales, como ha sucedido antes, promesas que ningún gobierno ha sido capaz de cumplir. Es importante que se vuelva a un realismo claro de qué es lo que se tiene que hacer a largo plazo para que se dé una nueva estabilidad, también en lo social, para que se dé una justicia social verdadera, un intercambio entre diferentes grupos políticos para trabajar por el país y no en favor de grupos de interés”.
A nivel internacional, se observa con estupor el asesinato de Villavicencio. Hügel recalca que es importante no dejar a Ecuador solo en esta situación extrema, y que la comunidad internacional, debe trabajar de forma conjunta con los actores de la cooperación para el desarrollo y los de la sociedad ecuatoriana por el futuro del país.
Texto original de DW.