Los habitantes de Chillogallo, Guamaní y Turubamba y otros sectores en el sur de Quito, están cansados de los cortes de agua que implementa el Municipio de Quito reiteradamente en estos sectores.
Más de 170 barrios de estas tres populosas parroquias enfrentan cortes de agua desde inicios de 2023, cuando la Empresa de Agua Potable empezó una intervención de la planta de tratamiento de El Troje, que abastece de agua potable al sur de Quito.
Vecinos del barrio Santa Teresa en Pintag enfrentan continuos cortes de agua
El barrio Santa Teresa, ubicado en la parroquia de Pintag también experimenta una serie de cortes de agua en los últimos días, generando preocupación entre sus residentes. Según los testimonios de los vecinos, la falta de suministro se ha prolongado por varias jornadas afectando su rutina diaria y comprometiendo sus necesidades básicas.
Según relatos de los residentes, los cortes de agua comenzaron el viernes pasado, con explicaciones de que se habían dañado algunas válvulas. Aunque se les proporcionó agua durante algunas horas el viernes, la situación empeoró rápidamente. Desde entonces, los vecinos tienen una falta constante de suministro, lo que ha dificultado sus actividades cotidianas, como la higiene personal, el lavado de ropa y la preparación de alimentos.
Uno de los residentes comentó: “El viernes por la noche nos quitaron el agua de nuevo y hasta hoy no hemos tenido suministro. Solo recibimos 2 horas de agua en la madrugada, y eso fue porque mi esposo se despertó de casualidad. Es una situación desesperante”.
Reiterados cortes de agua
Daniela Castillo vive en Guamaní. Cuenta que a inicios de año, los cortes de agua eran esporádicos y duraban entre cuatro y seis horas. “Ahora, no se sabe cuánto durarán. Los cortes llegan sin aviso y pueden durar todo el día”, como ocurrió el sábado 24 de junio de 2023. La situación es más compleja de lo que parece, reclama esta ciudadana, pues “hay días que no hay agua para cocinar, ni bañarse”.
Para quienes tienen algún negocio, el problema es mayor. Andrea Quishpe tiene un restaurante en Turubamba y se queja de las pérdidas económicas que implica un día sin ventas por falta de agua. “Las pérdidas diarias pueden llegar a $ 75, sin tomar en cuenta los productos que se dañan”, dice.
¿Por qué es el problema?
Este problema, sin embargo, se profundizó con la incipiente llegada del verano.
El secretario de Ambiente de Quito, Santiago Sandoval, dice que la llegada del verano provoca una reducción en la cantidad de agua de los reservorios que abastecen a la ciudad. Además, que, paradógicamente, el consumo en los hogares aumenta. Y, aunque va menos de un mes sin lluvias, los efectos ya se pueden sentir.
El alcalde Pabel Muñoz reconoce que el abastecimiento de agua potable no es un problema exclusivo de los habitantes del sur de la ciudad. “Tenemos problemas, sobre todo, en barrios que están alrededor de la planta de El Troje, pero también en Calderón, Conocoto, Alangasí, Collaquí, Píntag, La Merced, San Antonio y algunos barrios del noroccidiente”, detalla.
Excesivo consumo de agua
Uno de los problemas es el excesivo consumo de agua potable de los habitantes de Quito. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por ejemplo, dice que una persona necesita 100 litros de agua cada día para satisfacer sus necesidades.
En Quito el consumo por persona es de 140,7 litros diarios y puede llegar hasta 250 litros durante el verano, cuando debería optimizarse para evitar problemas. Estas cifras colocan a Quito como la ciudad con mayor consumo de este recurso, por encima de ciudades como Cuenca, donde el consumo máximo llega a 180 litros diarios por habitante, o de Sangolquí, donde sus habitantes utilizan máximo 170 litros diarios.
El secretario de Ambiente de Quito, Santiago Sandoval, explica que el consumo de agua potable en Quito es desmesurado.