Carlos III recibió múltiples aplausos, felicitaciones de famosos y regalos suntuosos, entre ellos uno del Papa Francisco, en su coronación como rey. El líder espiritual de la Iglesia católica le obsequió la reliquia de la verdadera Cruz de Cristo.
El regalo apareció entre los objetos que se exhibieron durante la procesión de la coronación a Carlos III, este sábado 6 de mayo del 2023, en la Abadía de Westminster, en el corazón del Reino Unido.
“La Santa Sede donó a Inglaterra dos fragmentos de la reliquia de la verdadera cruz como signo ecuménico”, anticipó el Vaticano, antes de la coronación de Carlos III.
La reliquia, en forma de cruz, consta de dos pequeños fragmentos, uno de 1 centímetro y el otro de 5 milímetros, en forma de cruz y engarzados en el crucifijo de plata más grande detrás de una gema de cristal rosa.
Los objetos se añadieron en la Cruz de Gales, donde además constó una frase: “Sé alegre. Mantén la fe. Haz pequeñas cosas”.
La Cruz la encargó el propio Carlos III cuando se desempeñaba como príncipe de Gales. Esto ocurrió en el 2020, cuando se celebró a la Iglesia galesa.
El Papa Francisco no acudió al evento, pero envió un delegado y dio un mensaje, anticipado, a Carlos III por su coronación como rey británico.
¿Cómo se hizo la Cruz?
Michael Lloyd construyó la cruz. Se fabricó con lingotes de madera, pizarra y plata reciclada, proporcionados por la fábrica Royal Mint, en Llantrisant.
“Su diseño habla de nuestra fe cristiana, nuestra herencia, recursos y compromiso con la sostenibilidad. Estamos encantados, también, de que su primer uso será guiar a Sus Majestades a la Abadía de Westminster”, comentó.
Michael Lloyd utilizó plata reciclada de Royal Mint en Llantrisant, al sur del país, para la fabricación. Su eje se elaboró con madera galesa y el soporte, de pizarra, también de producción local.
La coronación de Carlos
Carlos III se posesionó como rey tras recibir las distintas insignias reales, que simbolizan las responsabilidades como el jefe de Estado británico hasta el día de su muerte.
Al rey se le entregó el orbe del soberano, que simboliza el mundo; el cetro con cruz, que representa el mundo cristiano; y el cetro de la paloma, símbolo del papel espiritual del monarca.
Ataviado con una capa dorada, el primado de la iglesia de Inglaterra le entregó al rey el guante blanco del poder.