Con la siembra de plantas nativas, en plena zona urbana, se arma un corredor biológico que unirá a los parques Rumipamba y La Carolina, en el norte de Quito.
Se trata de todo un camino que está conformado por jardines de lluvia, de polinizadores y cercas vivas que ya adornan diferentes espacios de la avenida Mariana de Jesús, en el sector de La Carolina.
El proyecto Reconectar tiene como fin sumar más espacios verdes en la capital y atraer la biodiversidad a los sitios de la urbe, en donde se piensa que solo hay cabida para el pavimento y hormigón.
El plan arrancó en el 2022 y finaliza esta semana, aunque el mantenimiento de los jardines será continuo y para lo que se espera la colaboración ciudadana.
Plantas 100% nativas
Atuksaras, heliotropos, maticos reales, salvias y supirosas son algunas de las especies sembradas en diferentes jardines de la Mariana de Jesús. Son plantas 100% nativas, es decir, que solo crecen en Ecuador.
La idea es que su presencia atraiga a polinizadores (abejas o mariposas) para que esas especies se reproduzcan a lo largo del corredor. Así lo reitera Liliana Jaramillo, directora del proyecto Reconectar, de la Fundación Great Leaf.
Los jardines, techos verdes y alcorques (plantas nativas) y cercas vivas están en 14 puntos que parten desde el Parque Rumipamba, en el extremo occidente de la Mariana de Jesús, y finalizan en el Vivarium del Parque La Carolina.
“Ahorita ya se pueden ver plantas en flor, con un montón de polinizadores como mariposas blancas y bicolores. Esta es la prueba de que existe vida cuando traemos plantas a la ciudad”, añade Jaramillo.
El mantenimiento es comunitario
La semana pasada, integrantes de la fundación Great Leaf participaron de una jornada más de mantenimiento de los jardines listos, a los que aún puede unirse la comunidad quiteña.
“Es una jardineada, para cuidar de las plantas que ya se han sembrado” explicó Gabriela Gómez, directora de ejecución de proyectos de Great Leaf.
Hasta allá también llegó, como cada sábado, Eugenia Enríquez una de las voluntarias que se sumó a este plan desde enero pasado. “No es lo mismo sólo ver un jardín bonito que cuidarlo, cuando tú sabes que has hecho algo de eso, es más valioso”.
Pero la participación de los voluntarios también pasó por un proceso de capacitación. Porque antes de arrancar con la creación de los jardines, quienes impulsan Reconectar organizaron encuentros y talleres gratuitos donde se abordó la importancia de esta biodiversidad.