Gabriel Marcelo Fuks, el hasta ahora embajador argentino en Ecuador, quedó envuelto en un escándalo internacional luego de que se escapara de la embajada que el dirige en ese país María Duarte Pesantes, una ex funcionaria de Rafael Correa que está condenada a ocho de prisión por actos de corrupción.
Duarte Pesantes huyó sin dejar rastros de la sede de la embajada donde estaba desde principios de 2020 refugiada para no quedar detenida. Pero reapareció en Caracas haciendo “trámites” administrativos con el embajador Oscar Laborde.
Ahora el representante de Alberto Fernández ante el régimen chavista afirma desconocer adónde está la mujer, que el martes le dijo que “por ahora” no tomará el asilo concedido por la Argentina.
Ella se metió en la embajada argentina en agosto de 2020 cuando el entonces encargado de negocios de Argentina le abrió las puertas por instrucción de Buenos Aires. Carlos Catella es hoy Director de Migraciones dentro del área consular, y como no había embajador, manejó la sede argentina entre fines de 2019 a julio de 2022, cuando llegó Fuks.
El año pasado, Alberto Fernández le concedió un asilo político, pero la mujer no podía salir del país porque Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, no le habilitaba un salvoconducto de inmunidad para llegara al aeropuerto. Lasso está enfrentado a Correa.
El fin de semana escapó de la embajada y cuando la policía le pidió a Fuks las cámaras de seguridad de la sede diplomática, se negó a entregarlas. En Ecuador sospechan que Fuks tuvo un rol central en la huida.
El embajador -que deberá dejar el cargo como máximo este domingo- fue secretario de Seguridad de Alberto Fernández, entre 2019 y 2021. Ex legislador y militante del peronismo porteño, estuvo más tiempo esperando ir a la embajada (nueve meses) que a cargo de la misión (ocho meses).
Para colmo, en ese tiempo debió vivir con la mujer, su niño de 12 años, que tenía libertad de movimientos a diferencia de ella que si salía era detenida. Igualmente son zonas amplias, en un terreno diplomático de argentina en Quito que tiene 3 hectáreas.
Hasta mediados de septiembre de 2021 su cargo fue el de Secretario de Articulación Federal de la Seguridad de la Nación Argentina a cargo de la ex ministra del área, Sabina Frederic. La caída en “desgracia” política de Frederic arrastró a toda la cúpula del área.
El Presidente lo nombró embajador en Ecuador un mes después para subsanar el vínculo con Lasso, ya que la Embajada estaba vacante desde diciembre de 2019 porque el Fernández se llevaba muy mal con el sucesor de Rafael Correa, Lenin Moreno. En su momento, Lasso le dio el plácet de estilo en siete días.
Antes, desde el 2003 y hasta finales del 2013 presidió la Comisión de Cascos Blancos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Como la “infinita” espera a la que el Senado sometió ahora a la ex interventora de la AFI Cristina Caamaño, designada embajadora en Israel, Fuks debió esperar en su momento nueve meses para irse a Ecuador.
Lo designaron en septiembre de 2021, la Cámara Alta le confirmó como embajador político recién en junio de 2022, y se pudo ir en julio de ese año. Buscó darle a la Embajada en Ecuador un perfil comercial, y despertar un vínculo que estaba apagado. Pero el caso Duarte Pesantes se llevó puesta su misión.
El expulsado embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fuks, abandona hoy el país y se dirigía a Bogotá, Colombia, tras el incidente diplomático que provocó la huida de María de los Ángeles Duarte, una exministra de Rafael Correa condenada por corrupción que estaba asilada hace dos años en la embajada de la capital ecuatoriana y que escapó hacia Caracas, Venezuela, el fin de semana pasado.
De acuerdo a fuentes diplomáticas consultadas por LA NACION, Fuks viajará este mismo viernes desde Quito a Bogotá, donde lo recibirá el embajador argentino Gustavo Dzugala. En tanto que tiene previsto regresar a Buenos Aires el próximo domingo. Antes de dejar el territorio ecuatoriano, Fuks mantuvo conversaciones con el presidente Alberto Fernández y el canciller Santiago Cafiero.