El presidente Joe Biden abordó este lunes la crisis bancaria que llevó a los reguladores estadounidenses a intervenir con una serie de medidas de emergencia tras las quiebras de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, esperando llevar alivio a los mercados y a los contribuyentes.
“Los estadounidenses pueden confiar en que el sistema bancario es seguro”, declaró el presidente al confirmar que los contribuyentes no se harán cargo de las pérdidas de los bancos en quiebra.
“Sus depósitos estarán ahí cuando los necesiten. Las pequeñas empresas de todo el país que tienen cuentas de depósito en estos bancos pueden respirar tranquilas sabiendo que podrán pagar a sus trabajadores y pagar sus facturas”, afirmó luego de anunciar que todos los depositantes tendrían acceso a su dinero a partir de este lunes, tal como lo había comunicado más temprano la Corporación Federal de Seguros de Depósitos de Estados Unidos (CFSD).
Sin embargo, aclaró que “los inversores no estarán protegidos”. “Así es como funciona el capitalismo: los inversores asumieron un riesgo a sabiendas, y han perdido dinero porque el riesgo no les compensó”, añadió el mandatario.
El Silicon Valley Bank, una entidad financiera con una importante cartera de clientes entre las startups tecnológicas, fue el pasado viernes intervenido por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (CFSD) por las dudas sobre su liquidez y solvencia.
Tras la mayor quiebra bancaria de Estados Unidos desde la crisis financiera de 2008, Biden había insinuado el domingo una nueva regulación de los grandes bancos pero se enfrenta a un Congreso dividido que probablemente no apruebe nuevas normas más estrictas.
En este contexto, no obstante, Biden dijo que pedirá al Congreso que “refuerce” la regulación del sector bancario. Según declaró el presidente norteamericano, los responsables políticos deben reducir los riesgos de que estos colapsos bancarios se repitan. Y explicó que la administración Obama-Biden (en la que él era vicepresidente) había puesto en marcha “nuevos y duros requisitos” a bancos como Silicon Valley Bank y Signature Bank. Eso incluía la Ley de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor Dodd-Frank.
“Desgraciadamente, la última administración hizo retroceder algunos de esos requisitos”, dijo Biden en una crítica a la administración de Donald Trump.
También anunció que la dirección de los bancos en cuestión será despedida. “Si un banco (como SVB o Signature) es absorbido por la FDIC, las personas que lo dirigen ya no deberían trabajar allí”, sentenció.
Pero no terminó allí. Dijo que aún había preguntas importantes sobre cómo estos bancos en quiebra llegaron a estas circunstancias en primer lugar. “Debemos obtener toda la información sobre lo que ocurrió y por qué, [para que] los responsables rindan cuentas”, aseveró el presidente. “Nadie en mi administración está por encima de la ley”.
Su equipo económico trabajó con los reguladores durante el fin de semana en las medidas, que incluyen garantizar los depósitos en ambos bancos, establecer un nuevo mecanismo para dar a las instituciones financieras acceso a fondos de emergencia y facilitar que los bancos pidan préstamos a la Reserva Federal en casos de emergencia.
Las medidas enviaron oleadas de alivio a Silicon Valley e hicieron repuntar los futuros bursátiles, pero la crisis está poniendo a prueba la confianza en el sistema financiero estadounidense y persiste el temor a que las consecuencias agiten los mercados mundiales en la semana.
“El pueblo estadounidense y las empresas estadounidenses pueden confiar en que sus depósitos bancarios estarán ahí cuando los necesiten”, había anticipado Biden en su declaración del domingo.