El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), negó este 6 de enero que Estados Unidos haya participado en la detención de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán más buscados por EE.UU., y que la captura esté relacionada con la visita de Joe Biden.
“No (participó EE.UU.), ya les expliqué. Es una decisión que se toma y es de rutina. Lo más importante en nuestra estrategia es prevenir que la gente no tenga necesidad de dedicarse a la delincuencia”, dijo en su conferencia diaria cuestionado por la participación de agencias estadounidenses.
Ovidio Guzmán fue detenido en la madrugada del pasado 5 de enero en Sinaloa tras un operativo de las Fuerzas Armadas mexicanas. Se saldó con casi una treintena de muertos, de los que una decena eran militares y 19 miembros del crimen organizado.
“Actuamos con autonomía, con independencia, sí hay cooperación y la va a seguir habiendo, pero las decisiones las tomamos como Gobierno soberano, independiente, y estas decisiones las tomamos en el gabinete de seguridad”, enfatizó el mandatario.
Visita de Biden a México
La detención sorprendió al ocurrir días antes de la visita a México del presidente estadounidense Joe Biden, con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte, lo que abrió la puerta a especulaciones sobre la posibilidad de que la detención del narcotraficante tenga relación directa con dicho evento.
“Acerca de las interpretaciones, hay muchas, las respetamos, desde luego no las compartimos porque nosotros actuamos con autonomía”, comentó López Obrador al respecto.
Desde la oposición también se especuló sobre la connivencia del Ejecutivo con el crimen organizado, ante lo que defendió que la operación se realizó con “rectitud e integridad”.
“Pueden inventar lo que quieran”, sentenció.
Ovidio Guzmán fue trasladado durante la jornada del jueves a la capital mexicana y posteriormente ingresó en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 Altiplano -conocido también como el penal de Almoloya-, ubicado en Estado de México, donde fue recluido su padre y del que se fugó en 2015.
El Gobierno mexicano ha reconocido que existe una solicitud de extradición en Estados Unidos, que en diciembre de 2021 ofreció $5 millones por información para su captura, pero ha advertido de que no se extraditará de manera apresurada.