Unos ataques a la ciudad ucraniana de Jersón, que han dejado al menos ocho muertos y más de 50 heridos, marcaron este sábado los diez meses de la campaña bélica rusa en Ucrania, que está entrando en una nueva fase, en la que, según los pronósticos, Moscú intentaría implicar más a Bielorrusia y Kiev aceleraría sus contraofensivas.
«Las redes sociales posiblemente marquen estas imágenes como ‘contenido sensible’, pero no es un ‘contenido sensible’, es la verdadera vida de Ucrania y de los ucranianos», escribió en Telegram el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acompañando su mensaje con fotografías que muestran a las víctimas de los ataques y la amplitud de los daños.
Rusia continúa sembrando terror
Según el mandatario ucraniano, «el mundo debe ver y comprender contra qué mal absoluto» está luchando Ucrania.
«Es un acto de terror», dijo y agregó que no había instalaciones militares en la zona del bombardeo.
«Jersón. El sábado por la mañana, en Nochebuena, en la parte central de la ciudad. Esto no son instalaciones militares, ésta no es una guerra que sigue las reglas», apuntó, a su vez, el vicepresidente de la oficina presidencial, Kyrylo Tymoshenko, en su canal de Telegram.
Rusia, por el momento, no ha comentado en su parte diario los ataques en Jersón.
Lukashenko, de nuevo en Rusia
En tanto, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, el principal aliado de Moscú en la campaña militar en Ucrania, llegó este sábado a Rusia, cuando se cumplen apenas cinco días de su última reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en Minsk.
El mandatario bielorruso visitó hoy el Centro de Preparación de Cosmonautas ruso, donde se entrenan unas representantes de Bielorrusia y la semana que viene participará en una reunión informal de los líderes de antiguos países soviéticos, prevista para los días 26 y 27 de diciembre en San Petersburgo.
La llegada de Lukashenko a Rusia, donde ya estuvo en siete ocasiones durante el año en curso, se produce apenas cinco días después de su encuentro con Putin en la capital bielorrusa en medio de los temores por una implicación más directa de Minsk en la «operación militar especial» rusa en Ucrania.
Según Lukashenko, 2022 es el año más «intenso» en las relaciones bielorruso-rusas por la cantidad de los contactos entre ambas partes.
«El año saliente ha marcado récords por la cantidad y la intensidad de los contactos a todos los niveles, lo que está justificado por los acelerados cambios en el mundo», dijo el dirigente bielorruso.
Mayor implicación de Bielorrusia
De acuerdo con el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), en la reunión entre Putin y Lukashenko el pasado 19 de diciembre, el líder ruso, posiblemente, no pudo convencer a su par bielorruso para implicarse más en la campaña rusa.
A la vez, fuentes ucranianas, que por el momento no ven indicios de una pronta participación de los bielorrusos en los combates, aseguran que ese peligro se mantiene y la agrupación conjunta ruso-bielorrusa se entrena, entre otras zonas, en lugares próximos a la frontera con Ucrania.
Las noticias sobre una nueva ofensiva, posiblemente dirigida a Kiev, desde el territorio bielorruso podría ser tanto una campaña de desinformación como parte de los planes reales de la dirección rusa.
El centro analítico indica que la información disponible da lugar a dudas, porque a pesar de que la concentración de tropas rusas en Bielorrusia podría formar parte de preparativos para un ataque, no hay confirmaciones ni indicios de que este tenga de producirse.
Llega a la conclusión de que una ofensiva desde Bielorrusia este invierno es «poco probable», aunque esa posibilidad debe «tomarse en serio» dada la creciente presencia militar de Moscú en el vecino país.
Kiev, decidido a seguir contraofensiva
Mientras, las tropas ucranianas continúan las acciones de contraofensiva, aunque estas hayan perdido su intensidad en las últimas semanas.
El jefe de la Administración Militar de la región oriental de Lugansk, Serhiy Haidai, aseguró en su canal de Telegram que las tropas ucranianas «se acercan más a Svatove» de donde fue supuestamente evacuada la administración prorrusa.
Las autoridades designadas por Rusia, aseguraron previamente que «en vista de acciones infructuosas» en dirección a Svatove, las fuerzas ucranianas podían recurrir a «actos subversivos contra la infraestructura» local y diversas instituciones.
Mientras, el ISW sostiene que el ejército ruso ha estado claramente estableciendo las condiciones para una ofensiva en el noroeste de la región de Lugansk, que controlaba plenamente en julio, pero ha perdido parte de esos territorios durante las contraofensivas ucranianas.
Con todo, los combates más cruentos entre las partes siguen registrándose en Bájmut, región de Donetsk.
Aquí, los analistas del ISW aseguran que las fuerzas ucranianas posiblemente lograron avances tácticos al este y al sur de la estratégica urbe durante las últimas 72 horas.
Con información de EFE