Pablo Milanés, el baladista galardonado con el Latin Grammy que ayudó a fundar la Nueva Trova Cubana y le dio la vuelta al mundo como embajador cultural de la Revolución Cubana, falleció en España, donde había recibido tratamiento por cáncer de sangre. Tenía 79 años.
El deceso se produjo la madrugada del martes en Madrid, donde vivía el artista y recibía atención médica desde 2017 por la enfermedad oncohematológica que lo afectó los últimos años.
“Con gran dolor y tristeza, lamentamos informar que el maestro Pablo Milanés ha fallecido”, señaló la oficina del artista. “Agradecemos profundamente todas las muestras de cariño y apoyo, a toda su familia y amigos, en estos momentos tan difíciles. Que descanse en el amor y en la paz que siempre ha transmitido. Permanecerá eternamente en nuestra memoria”.
Cuba informa la muerte del artista
El portal oficial Cubadebate también informó de la muerte del artista en su horario local que correspondía al lunes por la noche. A comienzos de noviembre se había dado a conocer mediante redes sociales la hospitalización que llevó a la suspensión de un concierto.
A medida que se conocía la noticia, sus colegas y otros artistas cubanos se hicieron eco del momento. Algunos como los miembros de la Orquesta Failde o la Aragón y compositores como Adrián Berazain y Leoni Torres dieron su pésame en redes sociales.
“La cultura cubana de luto y cada persona en el planeta que haya sido tocada por la magia de su voz. ¡Gracias Pablo por tanto!”, escribió Failde en su página de Facebook.
En enero, Milanés sufrió la lamentable muerte de su hija Suylén, debido a una accidente cerebrovascular a la edad de 50 años.
A mediados de año dio su último concierto en La Habana, cuando ya eran inusuales sus presentaciones en la isla. Debido a la demanda de entradas, el sitio del recital cambió del Teatro Nacional de Cuba al Coliseo de la Ciudad Deportiva, donde fue visto por miles de personas.
Dilatada trayectoria
Milanés era uno de los músicos cubanos más conocidos a nivel internacional. Grabó una treintena de discos y tuvo éxitos como “Yolanda”, “Yo me quedo” y “Amo esta isla” durante sus más de seis décadas de trayectoria.
En 2015 recibió el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de la Grabación. Previamente, había sido galardonado con el Latin Grammy a mejor álbum cantautor por “Como un campo de maíz” y mejor álbum tropical tradicional por “AM/PM Líneas Paralelas” un disco que lanzó con el puertorriqueño Andy Montañez, ambos en 2006.
Con su voz privilegiada, armónica e inconfundible, el artista llegó al corazón de millones de personas de varias generaciones.
Uno de sus álbumes más destacados fue “Pablo querido” (2002), en el que interpretó sus éxitos con artistas como Armando Manzanero, Charly García, Fito Páez, Joaquín Sabina, Gal Costa, Milton Nascimento y Caetano Veloso. El álbum tiene una introducción leída por Gabriel García Márquez.
La infancia y el éxito de Pablo Milanés
Milanés nació el 24 de febrero de 1943 en la ciudad oriental de Bayamo, era el menor de cinco hermanos de padres de clase obrera. Comenzó su carrera musical cantando en concursos de la radio y la televisión locales, que muchas veces ganó.
Su familia se mudó a la capital y por un tiempo estudió en el Conservatorio de La Habana durante la década de 1950, pero decía que más que de su formación académica, su inspiración provenía de los músicos de barrio y de las tendencias en Estados Unidos y otros países.
En la década de 1960 estuvo en varios grupos, entre ellos el Cuarteto del Rey, donde compuso su primera canción en 1963, “Tú, mi desengaño”, que hablaba de dejar atrás al amor perdido.
“Tus besos no me pueden importar porque tengo un nuevo amor / que te aseguro mi vida le voy a dar”, mencionó parte de la letra.
En 1970 escribió la canción de amor “Yolanda”, que sigue siendo una favorita perdurable en América Latina, desde los cafés turísticos del casco antiguo de La Habana a conciertos en Argentina y cantinas de la Ciudad de México.
Milanés apoyó la Revolución Cubana de 1959 durante los primeros años del gobierno de Fidel Castro, pero tuvo roces con las autoridades, cuando las expresiones “alternativas” eran consideradas sospechosas. El cantautor fue castigado con trabajo obligatorio por su cabello afro, según algunas versiones.