Una nueva serie de casos plantea la cuestión sobre el hecho de que los juegos electrónicos puedan ocasionar arritmias ventriculares y contribuir a síncope en niños con determinados trastornos subyacentes.
Los autores informaron sobre cuatro casos de síncope a consecuencia de taquicardia ventricular o fibrilación ventricular en tres niños con síndrome de QT prolongado, o taquicardia ventricular polimorfa catecolaminérgica que estaban jugando videojuegos de guerra en su casa. Los trastornos subyacentes no se habían diagnosticado antes en dos de los niños.
“Estamos proponiendo que solo un grupo muy pequeño de niños posiblemente tenga riesgo de arritmias durante los videojuegos”, manifestó a Medscape el autor del estudio, Dr. Christian James Turner, cardiólogo, pediatra y electrofisiólogo, del Sydney Children’s Hospitals Network, en Sídney, Australia.
“Sabemos que niños con trastornos como síndrome de QT prolongado o taquicardia ventricular polimorfa catecolaminérgica tienen riesgo de arritmia peligrosa durante determinados tipos de actividades deportivas o natación —esto está bien documentado—, y se han formulado guías bien establecidas”, señaló Turner.
“Creemos que es posible que ocurra un mecanismo similar cuando niños con estos trastornos se excitan mucho durante fases específicas del juego, y al parecer los eventos que describimos ocurrieron cuando el niño estaba por ganar el juego”, añadió.
El estudio fue publicado el 19 de septiembre en la sección de correspondencia de la versión digital de New England Journal of Medicine.
Vía común
Los tres niños eran del género masculino y tenían entre 10 y 15 años de edad.
El paciente 1, de 10 años de edad, súbitamente perdió el conocimiento poco después de ganar un videojuego de guerra y recuperó la conciencia en forma espontánea momentos más tarde.
Después se le diagnosticó taquicardia ventricular polimorfa catecolaminérgica tras experimentar un paro cardiaco en la escuela. Las pruebas genéticas revelaron una variante (gen codificador de receptor de rianodina 2 [RYR2]), que es “probablemente patógena”, de acuerdo con los criterios del American College of Medical Genetics and Genomics, explicaron los autores.
El paciente 2, de 15 años de edad, ya tenía antecedente de un trastorno cardiaco (es decir, transposición-d de las grandes arterias con comunicación interventricular), que se trató utilizando el procedimiento de Rastelli.
Mientras estaba sentado en su cama y ganando un videojuego de guerra, tuvo presíncope y se le diagnosticó taquicardia ventricular monomorfa rápida. Después de recibir cardioversión exitosa en el servicio de urgencias, se le implantó un cardioversor-desfibrilador implantable y se le dio tratamiento con metoprolol. Sin embargo, dos meses después experimentó de nuevo un episodio antes de estar a punto de ganar el mismo juego. La cardioversión mediante cardioversor-desfibrilador implantable tuvo éxito.