Si hablamos de trabajo podríamos decir que existe una jerarquía de necesidades que, aunque a veces no sea del todo consciente, sí que determina la satisfacción laboral. Resulta curioso observar cómo esta escala ha ido cambiando, demostrando que en esto también hay tendencias, y que lo que lo que hace años era capital, ahora puede ser un asunto nimio.
En este sentido, una vez más tenemos que culpar a la pandemia de haber cambiado los modelos laborales, dejando claro que los profesionales tienen nuevas prioridades, como el bienestar o la conciliación. El informe State of the Global Workplace Report 22 de la consultora Gallup constata que la percepción de los españoles sobre el clima laboral ha descendido tres puntos y, con un 27%, se sitúa entre las más bajas de Europa. Por su parte, Eurostat destaca que casi el 25% de la población española en edad de trabajar no ve cumplidas sus aspiraciones laborales, frente al 13,8% de la media europea.
LA PIRAMIDE DE MASLOW APLICADA AL TRABAJO
El psicólogo Abraham Maslow propuso en 1942 una teoría de la motivación, en la cual identificó que existen 5 niveles de necesidades. Están las básicas (alimentación y descanso), las de seguridad (salud, trabajo y vivienda), afiliación (relaciones y afecto), reconocimiento (valoración personal, dignidad, etc.) y autorrealización (crecimiento personal). A medida que se satisfacen las básicas, se sube de escalón, llegando a alcanzar metas cada vez más elevadas.
InfoJobs ha realizado la encuesta La pirámide del empleo: las necesidades laborales de los profesionales españoles, con el objetivo de analizar qué motiva a los profesionales en su trabajo e identificar sus intereses. ¿Los resultados?, casi un 40% afirma que lo que más valora de un trabajo es la flexibilidad, seguido muy de cerca por el tipo de contrato, con un 36%.
Si equiparamos la pirámide de Maslow a una de necesidades laborales, diríamos que el primer escalón que tienen que cubrir los trabajadores corresponde a las necesidades básicas (salario, horario o contrato), que en la encuesta obtiene un 54%. Aquí valoran sobre todo la cercanía al puesto de trabajo, el salario fijo o variable y los días extra de vacaciones.
El segundo nivel, con un 73%, corresponde a la necesidad de seguridad, e incluye aspectos que aportan tranquilidad y estabilidad laboral y otros más emocionales, como el miedo a perder el empleo o recortes de personal. Concretamente, los encuestados valoran el tipo de contrato y de jornada, la solidez económica de la compañía, el seguro médico y los beneficios sociales, como el cheque guardería.
La afiliación ocuparía el tercer escalón y tiene en cuenta las necesidades interpersonales y de comunicación, así como el sentimiento de pertenencia. Este obtiene un 54% valorando sobre todo el compañerismo, o si la empresa cuida a sus trabajadores fomentando la desconexión digital, por ejemplo.
También con un 73% está la necesidad de reconocimiento y confianza, el cuarto escalón. Engloba las perspectivas de crecimiento y desarrollo profesional, ya que está comprobado que cuando el trabajador reconoce oportunidades de avance o que sus contribuciones son valoradas, colabora más y su compromiso aumenta. En este sentido los encuestados valoran sobre todo la flexibilidad, el teletrabajo y el reconocimiento del desempeño por parte de superiores.
En la cima nos encontramos con la famosa autorrealización y obtiene un 52%. Aquí hablamos de la vocación, de disponer de un plan de carrera y poder desarrollar todo el potencial. La capacidad de ascenso, la formación dentro de la empresa, o la cultura empresarial en temas sociales, son algunos de los aspectos más valorados.
EL TOP 10 DE LAS NECESIDADES LABORALES
Con todas las respuestas InfoJobs ha realizado un ranking de necesidades laborales, donde destacan la flexibilidad, el tipo de contrato, el compañerismo, la cercanía al puesto de trabajo, el tipo de jornada. Sorprende haber que el salario se sitúa en el séptimo lugar por detrás de la confianza en el trabajador por parte de la empresa. Completan la lista la solidez económica de la compañía, el teletrabajo y la capacidad de ascenso.
“En estos dos años hemos asistido a un cambio de modelo. Los profesionales priorizan cada vez más aspectos como la flexibilidad laboral, el tipo de contrato o el compañerismo en el trabajo y elementos como el salario y la solidez económica de la compañía cada vez tienen menos relevancia. Las reglas han cambiado y las empresas deben saber adaptarse a este nuevo paradigma donde los empleados son más exigentes”, afirma Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs. Añade: “Factores como procurar el bienestar de los empleados, atender a sus intereses y mejorar el entorno laboral para que se sientan satisfechos resultan clave a la hora de atraer y retener el talento”.
PERSPECTIVA DE GÉNERO Y DE GENERACIONES
Aquí la brecha de género también queda en evidencia y vemos que las mujeres valoran más el tipo de contrato —probablemente por el hecho de que son las que tienen más contratos parciales—, y el tipo de jornada, así como aspectos que promuevan la conciliación laboral, como la flexibilidad y la cercanía.
Los hombres en cambio se interesan por el estatus y los aspectos económicos, concretamente destacan la solidez de la compañía (25% frente al 21% de mujeres), la capacidad de ascenso y el bono económico extra por desempeño laboral.
Otro dato curioso que se obtiene de esta encuesta, es que los más jóvenes se interesan más por aspectos sociales (un 64% para el grupo de 16 a 24 años) y valoran en mayor medida los beneficios extra y actividades de team building, algo que va de la mano con otro estudio, El Mix generacional en las empresas españolas elaborado por Sodexo Beneficios e Incentivos, que arroja que el 55% de los millennials (nacidos entre 1981 y 1997) eligen las vacaciones como el beneficio flexible más valorado por delante de los bonos por productividad y el seguro médico.
Texto original publicado en Revista VOGUE