El pasado 18 de julio integrantes de la Fundación Oceanids Ecuador (FOE) entregaron al ministro del Ambiente, Gustavo Manrique, 11.000 firmas que recolectaron a través de la plataforma Change.org, como respaldo a la propuesta que busca proteger a los delfines rosados (Inia geoffrensis) del Amazonas de su extinción. Las rúbricas se entregaron junto al Primer informe extraordinario: situación actual del delfín rosado en Ecuador 2022, donde la FOE revela la situación crítica de esta especie en el país.
La investigación indica que la pesca, la deforestación, la contaminación por mercurio, las hidroeléctricas y la caza son grandes amenazas para estos cetáceos, cuya población se estima en cerca de los 10.000 ejemplares entre los ríos Amazonas y Orinoco. En Ecuador habitan en la Amazonía baja, en las cuencas de los ríos Aguarico, Napo, Curaray y Pastaza.
La minería de oro es otro de los peligros al que esta especie se expone. El mercurio, el cual es metal pesado utilizado en la extracción de oro y en la incineración del bosque nativo, contamina las cuencas hidrográficas y el aire, indica Andrea Durán, directora de FOE.
Resultado de los procesos de extracción de oro, según mediciones de la Fundación Omacha, las concentraciones de mercurio en los delfines de río alcanza niveles récord de casi 4 miligramos por kilo, cuando el límite máximo determinado por la Organización Mundial de la Salud es de 0,5.
“También hemos registrado que se los caza porque hay la creencia, folclor, leyenda antigua de que los delfines se transforman en otras cosas y le tienen miedo, esto es algo más cultural. También el delfín rosado está peleando con los pescadores por presas y por eso son agredidos hasta matarlos”, afirma.
Lo preocupante en Ecuador, según Durán, es que las autoridades no han mostrado una predisposición para realizar estudios de la especie, ya que los pocos que existen son realizados por organizaciones no gubernamentales.
¿Se podría extinguir pronto el delfín rosado?
Los delfines de río se encuentran entre las especies en mayor peligro de extinción entre todos los cetáceos del mundo. Los delfines rosados conforman la mayor población de delfines de río que existe, porque las otras cuatro especies -en el Ganges (India), el Indo (Pakistán), el Yangtse (China) y en el Río de la Plata (entre Argentina y Uruguay)- están extintas o también peligra su supervivencia.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasificó al delfín del río Amazonas como especie amenazada vulnerable y recientemente fue clasificado como especie amenazada en peligro.
Cerca de las minas de oro, donde el mercurio se utiliza como parte del proceso de extracción, el aumento en los niveles de contaminación en el río es notable y destructivo, ya que ha incrementado el número de muertes del delfín rosado.
La destrucción acelerada de la cuenca del Amazonas los ha puesto en peligro en varias ocasiones, al igual que la pesca y la tala de árboles acelerada. Además, el tráfico del río es otro gran problema, porque al ser entes curiosos se acercan a los barcos donde son afectados por las hélices.
Por otra parte, el ruido producido por motores, máquinas y contaminación acústica, resulta desconcertante para los sistemas de navegación de los delfines rosados, causándoles la muerte a muchos de ellos.