El ecuatoriano José Granda, es parte del equipo técnico que pondrá a la primera mujer en la Luna. El profesional lleva 20 años siendo parte de proyectos espaciales muy importantes.
Granda recibió el premio a la Excelencia Académica en Investigación y Actividad Creativa entregado por la Universidad Estatal de California en Sacramento. Actualmente, es portavoz de la NASA y al preguntarle si alguna vez soñó con tener este trabajo, respondió: “Sí, yo siempre lo pensé y lo he logrado”.
Llegó a Estados Unidos en el año 1974 y hace 20 forma parte de la NASA, como vocero oficial de cada misión. Él ayudó a poner en órbita el Transbordador Discovery y actualmente trabaja en la misión de llevar a la primera mujer a la Luna en 2024.
Hasta ahora ha sido parte de 17 misiones espaciales, su preparación y conocimientos han hecho que su trabajo sea relevante en cada proyecto. Además, es catedrático del departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Estatal de California.
José Granda es un ecuatoriano que hace historia en el mundo con un trabajo fuera de órbita.
Otro de los ecuatorianos que deja el nombre del país en alto es Elio Morillo, un ingeniero ecuatoriano criado en Puerto Rico que trabaja en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y quien está a cargo del vehículo Perseverance que llegó a Marte para recopilar información del planeta.
Las dificultades económicas de su familia obligaron a que se mudara a Nueva York, luego a Caguas, Puerto Rico y nuevamente volvió a Nueva York, según indicó en entrevista a Univision.
“Nací en Ecuador en los años 90, cuando la cosa se puso difícil y teníamos familia en Estados Unidos, por casualidades de la vida, mi hermano mayor se casa con una puertorriqueña, él decide mudarse a Puerto Rico y mi mamá, que era maestra, pues en Nueva York, con la barrera del idioma, se le hizo muy difícil conseguir trabajo”.
“Ella me dice, ‘sabes qué, es buenísima idea irse a Puerto Rico’, yo estaba muy pequeño en ese entonces. Vivimos en Puerto Rico varios años y yo básicamente paso mi niñez. La cosa se pone bastante difícil por ahí de 2006 y mi mamá dice ‘vamos a regresar a Nueva York’”, declaró.
Morillo dijo que su familia viene de una situación económica difícil, donde escaseaba el dinero en casa, no llegaron a tener auto, pero para su madre lo principal era la educación.
Posteriormente, consiguió becas y recursos y obtuvo el apoyo de maestros, lo que le permitió llegar a la Universidad de Michigan, donde hizo un bachillerato en ingeniería mecánica y una maestría en diseño de sistemas espaciales, conoce a mucha gente y termina trabajando de tiempo completo en la NASA.
“Siempre le digo a los jóvenes, si lo puedo hacer yo, lo pueden hacer ustedes, se los aseguro”, indicó.
El trabajo que hace en la NASA
Morillo analiza cada semana los datos que le envía un robot a casi 480 millones de kilómetros de la Tierra.
El robot de cuatro ruedas pronto recolectará muestras de rocas y sedimentos de Marte, informará sobre el clima del planeta rojo y allanará el camino para la futura exploración humana.
Las imágenes que el pequeño rover, llamado Perseverance, ha tomado en ese planeta han maravillado a medio mundo y acercado a muchos a descubrir un lugar que genera fascinación.
“Ha sido muy emocionante, obviamente, ver todas esas imágenes a color, los vídeos del descenso a Marte, que es completamente nuevo, nunca se había visto, con tanto detalle, como lo pudimos grabar en esta misión. Y también tenemos micrófono para escuchar que está ocurriendo mientras el robot se mueve”, dijo a The Associated Press.
El ecuatoriano está disfrutando además de otro logro: el 19 de abril, Ingenuity, un pequeño helicóptero experimental que estaba dentro del Perseverance realizó el primer vuelo jamás logrado en otro planeta.