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En Sangolquí limpian lodo tras crecida del río San Nicolás

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La noche del jueves se desbordó el río San Nicolás, en el cantón Rumiñahui causando destrozos en algunas viviendas que se levantan en la rivera.

El sábado, la familia de Oswaldo Espinoza, sus amigos y vecinos se reu­nieron en su casa para ayudarle a sacar con palas y baldes el lodo que aún quedaba en las habitaciones. Eso, mientras un grupo de mujeres lavaban en un balde de agua los utensilios que lograron rescatar. Esa familia sufrió a semana seguida el embate de la naturaleza. La crecida del río dañó sus electrodomésticos y dejó el patio trasero lleno de basura y escombros.

Afuera de esa casa, maquinaria del Municipio de Rumiñahui limpiaba las calles y alcantarillas con mangueras, mientras los vecinos reclamaban al alcalde Wilfrido Carrera la falta de respuesta a sus pedidos. Requerían personas que les ayudaran a sacar la tierra de sus hogares y que les donaran algunos colchones para pasar la noche. En las paredes de las habitaciones aún quedan las señales del lodo.


Las autoridades municipales indican que en la zona, con ayuda de maquinaria de las empresas municipales y de los mismos moradores, ya se logró mitigar algunos daños. El Alcalde sostiene que la causa del desbordamiento del río fue una lluvia inusual en la zona.

En San Nicolás hay 28 personas afectadas y, a decir de las autoridades, todas han recibido atención. El sábado, las empresas municipales se dedicaron a la limpieza de las calles y a la restitución del servicio paulatino de agua potable en las zonas afectadas.

El albergue San Nicolás, administrado por la Misión Social Rumiñahui, también fue afectado. Nueve personas en condiciones de vulnerabilidad, que residían en ese lugar, fueron trasladadas a una casa temporal de acogida la noche del desbordamiento del río. El agua se llevó el muro de contención, destrozó la garita del guardia e ingresó a los dormitorios y a la cocina de esa entidad.


Según Liliana Sánchez, presidenta de Misión Social Rumiñahui, los daños materiales en el albergue aún no se han podido cuantificar. Eso se sabrá mañana, cuando se termine de limpiar la zona. Mientras tanto, los damnificados permanecen en el Centro de Capacitación La Tolita.

En la Panamericana E-35, los negocios se han visto afectados por el cierre de la vía, por allí a diario circulaban cerca de 30 000 autos.

 

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