El verde y el azul predominan en los paisajes de la Amazonía ecuatoriana, entorno que se convierte en escenario de aventura y diversión, particularmente, los fines de semana y en feriados como el que se aproxima: carnaval. El asueto de cuatro días, del 26 de febrero al 1 de marzo, hace posible considerar destinos que pueden ser más distantes.
Ir desde Guayaquil hasta el Puyo, Pastaza, toma entre siete y ocho horas de viaje. El valor del pasaje en cooperativas de transporte público es de $ 13 más las tasas de la terminal que varía según la localidad. Desde Cuenca el viaje es más corto, tres o cuatro horas, y desde Quito los buses demoran entre seis y ocho también.
Pastaza ofrece selva y adrenalina, pero también limita la tecnología, así que los post y videos para stories en redes sociales tendrán que esperar a llegar a un área donde haya señal. Hay hospedaje económico desde $ 10 por persona y hoteles más modernos con precios de $ 90.
La Cámara Provincial de Turismo de Pastaza y otras operadoras turísticas ofertan entre los sitios que no se pueden dejar de visitar la cascada de la juventud, adonde se llega luego de una larga caminata por senderos ecológicos con vegetación nativa, frondosos árboles y agrestes caminos. El recorrido de más de una hora es plenamente compensado por este paradisiaco lugar, escondido en parte de la selva. Tras un baño en las cascadas y hacer fotografías, los turistas inician el ascenso de regreso por la reserva ecológica Yazasi.
Por un sector menos agreste y un recorrido de 45 minutos, el sendero conduce a la cascada de Kilo, ubicada en la vía Puyo-Baños. “Paisajes maravillosos, agua cristalina e historias de misterios que envuelven su creación hacen de este sitio digno de visitar”, dice Stalyn Ramos luego de haber participado en un recorrido con un grupo de turistas.
Las mañanas en el Puyo son ideales para ir a los dos miradores ecológicos. En Mira Mera hay globos, nidos, columpios… y si el visitante se anima, puede descender y admirar la vegetación y montañas.
Para la noche también hay actividades. La zona rosa es la opción para los que buscan música y baile y si le quieren agregar emociones fuertes, en Lepechau se encuentra una oferta de cocteles de fuego.
En materia de gastronomía típica, en el Puyo se encuentran locales como Wiajo para probar el maito, los chontacuros y otros platos con especias endémicas de la zona acompañados de papa china, yuca frita.
El volquetero, un platillo que contiene variados productos de Costa, Sierra y Oriente, es recomendado en el restaurante Astoria. Ahí el propietario, Homero Escobar, de 90 años de edad, detalla a los visitantes la historia del plato que contiene chifles, chochos, ensalada, atún, entre otros ingredientes.
Dependiendo del presupuesto los turistas pueden acceder a contratar los servicios de Aerosarayacu, para un sobrevuelo y visita a una comunidad de nativos amazónicos.