Icono del sitio Dialoguemos

Internet como derecho elemental

Tiempo de lectura: 4 minutos

El Internet en nuestros tiempos es tan necesario, que su acceso es considerado un derecho y su dotación debería ser responsabilidad de los gobiernos. Es una tecnología que cambió por completo todas las esferas de la sociedad, y a pesar de que ya lleva acompañando al ser humano más de veinte años, aún hoy no se alcanza a identificar la magnitud de los cambios que provocó en la sociedad

Desde los diferentes sectores debemos empezar a debatir, si el acceso a Internet debe ser considerado una prioridad. Ya hemos hablado de los nuevos modelos de comunicación, de los procesos de inclusión a partir del desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), de competencias digitales y alfabetización mediática; y todos estos temas nos han involucrado en considerar la real importancia del Internet.

Al profesor español Joan Feerés, le consultamos si la dotación de Internet debe ser considerada como derecho y, por lo tanto, el Estado debe responder por su distribución tal y como ocurre con los servicios básicos. Hay muchos “depende” a tener en cuenta:
Desde un punto de vista legal o político, es evidente que Internet no está considerado un servicio básico. Pero también es evidente que las leyes y las políticas llegan siempre tarde a las urgencias.

Desde una perspectiva operativa, habría un silogismo fácil. La educación es un servicio básico. Una educación sin Internet comporta una desventaja sustancial. Luego Internet es un servicio esencial. Consideración muy simple para un problema complejo.

También se debe profundizar un poco en los conceptos y revisemos algunas puntualizaciones sobre el Internet como derecho humano y también sobre la brecha digital, el otro elemento fundamental en esta discusión.

 

Internet como derecho humano

Hasta hace muy poco tiempo la simple manifestación de que Internet se comparara a un derecho humano, se estimaba como una ocurrencia sin sentido. No obstante, los debates contemporáneos se centran en la pertinencia del acceso a internet como un derecho humano de cuarta generación. En la actualidad se dice que cada ciudadano debe tener asegurado por el Estado el derecho a poseer una conexión a internet.
Efectivamente, en 2018 el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó la resolución para la “promoción, protección y el disfrute de los derechos humanos en Internet”. El documento establece que el acceso a Internet será considerado, de ahora en adelante, un derecho básico de todos los seres humanos. La resolución anima a todos los países a proveer a sus ciudadanos de acceso a la red y condena a las naciones que alteran esta libertad.
En lo concerniente a la libertad de expresión en Internet, la resolución también destaca una serie de cuestiones que los estados están conminados a atender:

Poniendo de relieve que el acceso a la información en Internet ofrece oportunidades para una la intensificación de procesos educativos, el fortalecimiento de las posibilidades democráticas de los ciudadanos y la inclusión a nivel mundial, es imprescindible facilitar la promoción y aplicación efectiva de estos derechos, y subrayando al mismo tiempo la necesidad de abordar la alfabetización digital y la brecha digital, que afectan a gran porcentaje de los habitantes de la región.

Brecha digital en Ecuador

La presencia de Internet es cada vez más evidente en las relaciones sociales, transacciones económicas o procesos productivos. La creciente actividad en Internet es un reflejo de las actividades y relaciones económicas, sociales y culturales que existen offline, incluidas las desigualdades En este sentido, la apropiación de tecnología por la ciudadanía será un factor para la inclusión. Estos argumentos afectan la inclusión social y se reflejan en la ampliación de la brecha digital.

Pese a los avances de los últimos años en el Ecuador aún existen notables diferencias respecto a países desarrollados, tanto en el uso que se hace de Internet como en su aprovechamiento. Por tanto, aunque la brecha de acceso material y operativo se va cerrando, surgen nuevas brechas respecto a la capacitación de la ciudadanía para aprovechar las posibilidades de la tecnología en los distintos planos sociales y productivos.

En efecto, el Informe anual del Índice de Desarrollo de la Banda Ancha: IDBA 2020: Brecha digital en América Latina y el Caribe, desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indica que el país cayó seis puestos en el Índice de Desarrollo de la Banda Ancha. Las falencias en infraestructura y acceso a tecnología para estudiantes ubican al país en el puesto 54 entre 65 economías.

En medio de una crisis ocasionada por los efectos del COVID-19 que ha disparado el número de pobres y ha retrocedido la economía más de 5 años, la brecha aumentó en el último año. Así, según el índice, el país retrocedió seis puestos en los 12 meses previos. Entre 65 economías analizadas, Ecuador ocupa el puesto 54 con un puntaje de 4,35 sobre 8. En América Latina, los mejores puntuados son Barbados (31) y Chile (33); seguidos de Costa Rica y Brasil (38 y 39, respectivamente).

Esta información es vital para entender que la tecnología debe servir no solo a los fines de quienes la controlan, pero principal su meta debe ser la promoción de los derechos humanos, entre ellos la libre determinación a informarse, expresarse y explorar nuevas posibilidades económicas.

Autores:
Eduardo Loaiza Lima
Gustavo Guerra Camino

 

Salir de la versión móvil