El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, tiene previsto oficializar este viernes 14 de enero la creación de la nueva reserva marina en Galápagos, cita a la que acudirán su homólogo colombiano, Iván Duque, y el expresidente estadounidense Bill Clinton, entre otros dignatarios.
Lo hará a bordo de un barco que partirá de la isla Santa Cruz, donde rubricará un decreto ejecutivo para ampliar en 60 000 kilómetros cuadrados las áreas marinas protegidas del exclusivo archipiélago ecuatoriano, perímetro que se suma a la reserva existente de 138 000 kilómetros cuadrados.
La nueva reserva establecerá un corredor marino entre las Galápagos y la costarricense isla del Coco, conocido como la “migravía” por ser lugar de paso de decenas de especies protegidas.
Según ha podido confirmar, al evento asistirán el presidente colombiano Duque, la canciller panameña Erika Mouynes y una delegación estadounidense.
“Tenemos una buena delegación de EE.UU. para lo que va a ser la presentación del proyecto de Galápagos anunciado al mundo en Glasgow”, confirmó el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín.
Por su parte, fuentes de la Presidencia de Ecuador y diplomáticas estadounidenses que el exmandatario estadounidense Bill Clinton acudirá a título privado.
En tanto que Costa Rica enviará “una representación de alto nivel”, según confirmó a EFE el ministro de Comunicación de ese país, Agustín Castro, al refrendar “la importancia de la firma” del decreto ecuatoriano.
“Al presidente de la República, Carlos Alvarado, no le resulta posible asistir a este evento por motivos de agenda. No obstante, considera de gran importancia esta firma, en la cual se decreta la ampliación de la reserva marina del archipiélago ecuatoriano para formar un corredor marítimo de protección de fauna con las aguas de Ecuador, Costa Rica, Panamá y Colombia”, señaló.
Y recordó que “esta acción está vinculada con los esfuerzos realizados por los cuatro países” en la cumbre de Glasgow, en noviembre, cuando sus presidentes firmaron “un acuerdo histórico para la protección y manejo de las islas del Coco (Costa Rica), Galápagos (Ecuador), Malpelo (Colombia) y Coiba (Panamá)”, así como del ecosistema único entre las islas que conforman el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical.
Con ello establecían el área protegida más grande del hemisferio occidental, anunciaron entonces, ya que amplía la protección medioambiental a decenas de miles de kilómetros sobre algunas de las regiones más ricas en biodiversidad del mundo.
Con la reserva proyectada en torno a Galápagos los países de la región quieren también limitar la pesca indiscriminada en esta zona del Pacífico tropical, habitada por un 95% de especies únicas según los registros.
La nueva área protegida contará con 30 000 kilómetros de zona de no producción pesquera que se ubica sobre la cordillera de los Cocos y 30 000 kilómetros de veto al palangre, ubicada a continuación de la reserva marina hacia el noroeste y que servirá de laboratorio viviente para el desarrollo de investigaciones científicas.
Al dar a conocer la decisión en noviembre, el presidente de Ecuador aseguró que era resultado de cinco meses de diálogo con los sectores pesqueros artesanales y la flota pesquera industrial y que además, la creación de la reserva formaba parte “del mayor canje de deuda por conservación hecho en el mundo”.