“Ver siempre el mundo a través de los ojos de los demás”, fue el consejo que le dejó Angela Merkel a los alemanes, en su discurso de despedida tras 16 años en el poder como Canciller. Desde Alemania, creó un liderazgo que se proyectó a toda Europa y al mundo entero. Es el fin de una era.
En una ceremonia especial, llamada “Grosser Zapfenstreich” (“Gran Tatuaje”) una banda militar cumplió con la tradición de despedir a quien gobernó a ese país. Merkel eligió tres canciones para su adiós.
“Mientras estoy parada aquí frente a ustedes, siento mucho agradecimiento y me siento muy honrada. Honrada por el puesto en el que se me permitió trabajar por tanto tiempo”, dijo con un tono constante, pero visiblemente emocionada. Así se despidió la mujer que dominó la escena política europea y mundial en este siglo.
En su discurso final volvió a mostrar que es un personaje “distinto”. Tras 16 años en el poder llegó el momento de despedirse con un discurso. Para reseñar su tarea, el honor por haber sido canciller y decir gracias necesitó sólo 6 minutos.
Nadie es imprescindible, sin embargo, el paso de algunas personas, deja sus huellas registradas en la historia. Como en este caso.
De la Alemania comunista a la locomotora de la Unión Europea
Merkel nació en Hamburgo el 17 de julio de 1954. Su padre, un pastor luterano, fue trasladado a Quitzow, en Alemania Oriental. En plena guerra Fría, la pequeña Ángela creció y se educó en la sociedad comunista.
Allí conoció a su primer marido, el físico Ulrich Merkel, con quien se casó en 1977 y mantuvo su apellido aún después de separarse y casarse con un catedrático de química, Joachim Sauer en 1998.
En la Universidad de Leipzig se graduó con honores como física y química. Su pensamiento científico la destacó en toda su carrera política y fue clave para gestionar la pandemia desde 2020.
La revista Forbes la designó en 2020, por decimocuarto año (de los 16 en el poder) como “la mujer más poderosa del mundo”.
Al mismo tiempo, también es reconocida porque vive en su mismo departamento de siempre y no tiene servicio doméstico porque considera que no lo necesita.
