Miles de abejas fueron rescatadas vivas después de pasar 50 días en colmenas enterradas bajo un manto de ceniza del volcán de la isla canaria de La Palma a apenas unos 600 metros de distancia del centro eruptivo donde comenzó la erupción el día 19 de septiembre.
Elías González, presidente de la Agrupación de Defensa Sanitaria (ADS) Apicultores de La Palma, contó a EFE que el rescate tuvo lugar el pasado sábado y que cinco de las seis colmenas que tenía un apicultor en esa zona estaban intactas.
Solo las abejas de la sexta colmena murieron, quizá “no por el volcán, sino porque ya estaban débiles” antes de la erupción, apuntó.
Cada colmena puede albergar entre 30 000 y 40 000 abejas en primavera, y entre 20 000 y 25 000 cuando hay menos flores, de cuyo polen se nutren.
Tres de las seis colmenas habían quedado parcialmente visibles y las otras tres enterradas bajo la ceniza. Los agentes que llevaron a cabo el rescate tuvieron que escarbar para localizarlas y rescatarlas, no sin llevarse algún que otro picotazo.
Elías González cree que si las abejas sobrevivieron tanto tiempo es porque lo que cae en esa zona tan próxima a la boca del volcán más que ceniza fina son pequeños fragmentos de lava o lapilli, que por su grosor permiten que pase el aire.
Además el dueño de las colmenas no había sacado la cosecha de miel de verano, por lo que “tenían reservas de alimento”. “Aún así están resentidas, pero vivas”, apuntó González.