Dedicar tiempo de calidad -que no cantidad- a nosotras mismas y a las cosas que nos gusta hacer -llamémoslo autocuidado- es un camino seguro hacia al éxito, también en el mundo laboral. Lo suelen afirmar con rotundidad muchas mujeres directivas que hacen malabares para gestionar equipos y familias numerosas y que confirman que una de las claves de su productividad y capacidad de concentración pasa precisamente por conocer (y practicar) la importancia de desconectar para volver a conectar y de cuidarse para cuidar a los demás. Esas son las claves del autocuidado y llevadas al terreno laboral tienen unas consecuencias parecidas. De la misma manera que, tal y como dicen los psicólogos, si no cuidamos de nosotras mismas no podemos cuidar de los demás, concentrarse en el trabajo también depende de disfrutar de nuestro tiempo libre y de cultivar el bienestar físico y emocional. Incluso cuando la falta de tiempo apremia y nos parece contradictorio dedicar el poco tiempo libre que tenemos a practicar el autocuidado.
“Lo primero es cuidarse. Tener horarios de sueño y alimentación, así como comer sano, son aspectos claves para mantenerse en equilibrio. No importa si hay algo urgente. Estas dos necesidades básicas son intocables y debemos, además, tener en cuenta que el trabajo es una carrera de fondo y hay que estar bien para aguantar a largo plazo”, explica la psicóloga Pilar Conde, directora de Clínicas Origen, a la hora de hablar del autocuidado como un pilar básico a nivel laboral.
LA CULTURA DE LA FELICIDAD LABORAL
Es un término que cada vez se oye más, entre otros motivos, por su justa necesidad en 2021.“Un empleado feliz es más optimista, más resiliente ante el cambio, más creativo y está mucho más motivado y comprometido con la compañía, por eso su bienestar debe ser una prioridad para cualquier empresario. Así entendemos nosotros las organizaciones y el rol del líder”, explica Carlos Piera, CEO de Delivering Happiness, consultora especializada en cultura corporativa y felicidad en el trabajo. De hecho, el estudio ‘Felicidad y Trabajo’, realizado por la Consultora Crecimiento Sustentable, asegura que contar con trabajadores felices se traduce en un aumento de la productividad del 88%. A esto se suma que el compromiso de los empleados y la retención de talento en estos entornos puede crecer hasta un 41%, según datos analizados por Delivering Happiness.
EL AUTOCUIDADO AYUDA A GANAR CONFIANZA
Teniendo en cuenta la cantidad de retos a los que nos enfrentamos cada día en el trabajo, hay otra razón de peso para dedicar tiempo al autocuidado. Tal y como explica Olivia Gómez, HR Manager de Cigna España, “todos los objetivos y acciones dirigidos al autocuidado influyen en la confianza en uno mismo. Al reforzar esta sensación de seguridad, tenemos mayor capacidad para gestionar los factores estresantes o dificultades que nos rodean en todos los ámbitos de nuestra vida, incluido el entorno laboral. Me atrevería a decir que el ámbito laboral es uno de los entornos en los que más puede notarse la falta del cuidado a nosotros mismos”. La experta recalca también la importancia de entender el autocuidado desde el plano físico y mental. “Cuando nuestro estado físico es óptimo, nuestra autoestima y confianza mejoran y, por tanto, somos más resilientes, es decir, más capaces de ofrecer nuestra mejor versión y de adaptarnos a momentos difíciles o desafiantes”.
CUIDARSE PERMITE DAR LO MEJOR (Y NO DAR UNA AYUDA DESGASTADA)
Para entender la importancia de dedicar tiempo al bienestar físico y mental es importante la reflexión que hace la psicóloga Ana Gutiérrez-Laso: “Si estamos mal, cansadas, agobiadas, insatisfechas… la ayuda que daremos será una ayuda desgastada”. A lo que Sara Noheda, fundadora de la plataforma de psicología online Happy Change, añade la clave. “Si no estoy bien no tengo nada que dar. Todo empieza en mí”.
EVITAR EL RUIDO MENTAL TAMBIÉN ES AUTOCUIDADO
No solo de practicar actividades al aire libre, ir al gimnasio y tener buenas conversaciones con amigos vive el autocuidado. Hay muchas formas de practicarlo y en el terreno laboral una de ellas es, tal y como apunta Conde, “focalizar la atención en las tareas y evitar comentarios negativos, quejas e interpretaciones subjetivas, tanto propias como de los compañeros. Producen ruido mental y no aportan nada, ni profesional ni personalmente”.
CÓMO POTENCIAR EL AUTOCUIDADO
Dado que el teletrabajo ha difuminado en cierta medida las barreras entre la vida laboral y familiar -algo que está dificultando la desconexión mental tras las jornadas laborales- es importante potenciar este autocuidado. Pilar Conde propone, entre otras cosas, poner freno a la dinámica laboral del WhatsApp. “Establece límites en tu tiempo fuera del trabajo”, explica. Y recomienda realizar actividades que gusten al finalizar la jornada (no solo son cosas del fin de semana o de las vacaciones). Y también alguna más específica contra el estrés como el mindfulness. La lectura también ayudará. Tal y como recuerda la experta de Cigna, practicar la desconexión fuera de la jornada laboral es necesario y para ello es de gran ayuda desactivar las notificaciones de las apps que tenemos vinculadas a la empresa. El teletrabajo y la pandemia han aumentado la llamada productividad tóxica (producir de más por miedo a la incertidumbre e inestabilidad) y es necesario establecer límites y una desconexión sana para recuperarse del estrés laboral.
Texto original publicado en la Revista VOGUE