El gobierno está en el camino correcto, está cumpliendo su programa, en tanto en cuanto le dejen trabajar en pro de un nuevo Ecuador, está tratando de construir un país solidario sobre la base de un cambio de actitud de todos.
Obviamente existen tropiezos con las organizaciones, entidades, grupos sociales e individuos que no quieren cambiar, que no saben otra cosa que estar en contra pues parece que ese es su modo de vida, su zona de confort.
Solo para recordar y no olvidar, luego de 15 años de gobiernos populistas, las condiciones del país eran desastrosas en lo social, económico, político e institucional. La corrupción campeaba en todo lado, en las organizaciones públicas y privadas. Perdimos institucionalidad que nos hubiese ayudado a preservar el funcionamiento del Estado. Para no profundizar, me referiré a los temas importantes:
- Déficit fiscal de USD7.0 MM
- Decrecimiento económico
- Bajas en el bienestar humano
- Alto subempleo
- Muy poca inversión
- Pobreza oculta
- Altos niveles de corrupción
- Inseguridad territorial
- Baja producción petrolera
- Contrabando de combustibles, entre otras.
Desde abril de 2021 y a pesar de varios intentos de fraude electoral, tenemos un gobierno presidido por una persona probada y con condiciones de estadista. El Presidente Lasso le ha puesto enjundia a su trabajo y sus discursos, su forma de comunicar, nos transmite seguridad, honestidad, nos permite vivir en paz, a pesar de las amenazas de organizaciones mal llamadas sociales, que pretenden representarnos, pues solo buscan el lucro personal a través de las muy consabidas pre vendas y el chantaje, olvidándose así del bien común. No, ya se acabó. Ahora estamos en otro modo, el modo Lasso, el modo honesto, hay que ubicarse y bien.
En estos 100 días de gobierno se aprecian muchas acciones positivas, dadas las limitaciones existentes y el obstruccionismo político. Matemáticamente hablando es una función de maximización sujeto a restricciones. Esto exactamente le está pasando a la Administración Lasso. Los descontentos de siempre que quieren seguir beneficiándose del desorden siguen tratando de crear el caos (restricciones), pero el Presidente Lasso ha sido muy claro y tajante, no a los beneficios personales, si al beneficio para la sociedad entera (maximización).
Vamos a analizar la gestión en varios campos: salud, educación, finanzas públicas, economía, seguridad nacional e institucionalidad.
Salud: Ofreció en 100 días 9 M vacunados, casi está logrado 8,2 millones de ecuatorianos completamente vacunados (28.8.2021). Para lograrlo emprendió en acuerdos internacionales para la provisión de vacunas, en acuerdos nacionales para los implementos y procesos de vacunación. La base del éxito: los acuerdos serios, éticos y honestos. Esto ha facilitado que la fuerza laboral formal e informal retorne a la actividad productiva, incrementando la producción, empleo, ventas y pago de impuestos.
Educación: Este 1 de septiembre se retorna presencialmente a las aulas, de forma parcial, el efecto inmediato es mejoras en el bienestar de alumnos, docentes y hogares.
Finanzas Públicas: La Proforma Presupuestaria de 2021 no es importante pues arrastra lo programado por el gobierno anterior hasta mayo. Sin embargo, reducir el gasto fiscal es una prioridad del gobierno actual. Los sueldos y salarios alcanzan los USD9.3MM de los cuales el 90% corresponde a salud, educación, fiscalía, policía, fuerzas armadas y contraloría; es decir, el campo de maniobra es limitado al 10%, algo así como 930 M. Por tanto, en 100 días es imposible alcanzar resultados significativos. Esta no es una meta de 100 días, sino más bien de cuatro años o más. Por qué no decirlo de los próximos gobiernos. Este es el costo de los 15 años de gobiernos populistas.
Sin embargo, hay que resaltar varios temas:
i) El déficit fiscal se redujo de USD7.0MM a USD5.0MM
ii) Se han estabilizados los gastos y se han priorizado
iii) Se incrementó la inversión en petróleo para aumentar su producción e ingresos, USD1.6MM
iv) Los subsidios generalizados se eliminaron y el ajuste es positivo, USD1.3MM menos; reducción de aranceles sobre la base de un proceso de racionalización para fomentar la producción nacional
v) Racionalización institucional para evitar duplicidad de funciones de entidades de gobierno (Ministerios de Ambiente, Producción, Defensa, Interior entre otros)
vi) Se implementó un código de ética para los funcionarios públicos.
Economía: El efecto Lasso está funcionando positivamente, el impacto generado a nivel internacional y nacional es positivo. Enumeremos algunos temas:
- Riesgo país en descenso
- Aumento de la inversión extranjera (construcción)
- Incremento de las exportaciones
- Nueva metodología para el cálculo de la tasa de interés para fomentar el financiamiento productivo que jalona la inversión nacional
- Reformas tributaria y laboral en proceso, pero demandan acuerdos y consensos para construir un entorno positivo
- Retorno al contexto mundial y global a través de los acuerdos como el Ciadi, Sistema de la Cuenca del Pacífico y bilateral con USA.
Seguridad Nacional: El país está en el contexto internacional y por ello recupera la capacidad de control del narcotráfico. Con el respaldo mundial se han incrementado los controles y el resultado es la captura de envíos de droga desde y hacia el país. Se ha logrado pese a la resistencia ciudadana, la reinstalación de los sistemas de seguridad nacional (radares) para evitar que el país siga siendo el punto logístico de embarque de droga.
Institucionalidad: Se busca recuperar la institucionalidad de las entidades públicas y mantener la independencia de las funciones Ejecutiva, Legislativa y Judicial.
El verdadero reto de la administración Lasso es convertir el gasto en ingreso fiscal. ¿Cómo hacerlo? es materia de investigación muy profunda, pero si no logra consensos y acuerdos hay que trabajar creativamente en ello.
Efectos positivos claros:
Respeto a la institucionalidad, la ley y el Estado.
Código de Ética.
Independencia de las funciones.
Plan de Vacunación.
Incremento del empleo formal, de la producción nacional, de la producción petrolera, de las exportaciones.
Reducción de los subsidios generalizados.
Plan de focalización de los subsidios a los combustibles.
Facilidades para la importación de insumos necesarios para incrementar la producción nacional.
Mejoras en el bienestar de alumnos y docentes.
Entorno de negocios mejorado; y,
lucha contra la corrupción.
Barreras y limitaciones:
En el contexto político actual, luego de 15 años de populismo, de cogobierno Legislativo, Ejecutivo, Judicial y de Control, es complejo gestionar las reformas. Por tanto, los cambios estructurales necesarios requerirán de acuerdos y consensos serios de largo plazo para tratar temas como las reformas tributaria y laboral, focalización de subsidios, reforma a la seguridad social, entre otros. El compromiso decidido para lograr consensos en pro del bienestar de todos los ecuatorianos facilitará la gestión. Dada la rigidez para reducir el gasto corriente será indispensable una reforma al acuerdo con el FMI, para que la Propuesta Presupuestaria del 2022 sea real y efectiva; y reactivar la producción nacional. Solo con acuerdos serios y honestos podrá la administración Lasso y las que vengan planificar mejoras en productividad, innovación productiva, aumento de los ingresos del estado y la muy necesaria estabilidad fiscal.
Mensaje final:
Debemos aprender a ser colaboradores, el efecto Lasso no es permanente si dejamos que sigan funcionando los procesos de corrupción, debemos unirnos y llegar a acuerdos para beneficio del país entero.
Este gobierno solo tiene cuatro años, tiempo insuficiente para restructurar la sociedad, reducir la corrupción, fortalecer la justicia y ser más productivos. Solo así la inversión pública dará el resultado esperado en crecimiento económico y desarrollo humano.
Tenemos la imperiosa necesidad de establecer el respeto mutuo al Estado, la Ley y a las personas, así podremos visionar en los próximos 12 a 15 años una economía estable, con equilibrio fiscal, institucionalidad, con mejoras en las condiciones sociales, para empujar juntos la iniciativa de reactivar la producción nacional y que los esfuerzos nacionales e internacionales del plan de vacunación no haya sido en vano.
Bien Presidente.