El terremoto de magnitud 7.2 en la escala de Richter que asoló el sur y otras zonas de Haití dejó al menos 304 muertos y cuantiosos daños materiales, agravando la de por sí difícil situación del empobrecido país caribeño.
El terremoto, que ya forma parte los 10 sismos más letales de los últimos 25 años en Latinoamérica, que también se sintió en la República Dominicana y Cuba, se registró a las 08.29 hora local, a unos 12 kilómetros de la localidad de Saint-Louis du Sud, con un epicentro de 10 kilómetros de profundidad, y a este le siguió una réplica de magnitud 5,2 a 17 kilómetros de la localidad de Chantal, también con un epicentro de 10 kilómetros de profundidad.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, declaró el estado de emergencia como consecuencia del terremoto. «El Gobierno ha decidido esta mañana declarar el estado de emergencia durante un mes tras esta catástrofe, dijo en conferencia de prensa Henry, quien asumió el cargo el pasado 20 de julio, 13 días después del asesinato del presidente del país, Jovenel Moise, a cargo, según las pesquisas, de un comando de 26 mercenarios que irrumpieron en su residencia privada de Puerto Príncipe.
Hoy, «la tierra ha temblado. Tembló, especialmente en el sur y en Nippes y causó muchos daños», dijo.
«Los primeros elementos de información nos hacen creer que hay varios heridos, que hay muchos muertos y casas derrumbadas. Ahora hay mucha gente bajo los escombros. Especialmente en hoteles y lugares de culto», subrayó.
El primer ministro, que calificó de «dramática» la situación a raíz del sismo, recomendó a la población «no entrar en pánico» y ser «solidaria», y afirmó que «toda la estructura gubernamental y de protección civil se moviliza» en las zonas afectadas.