La lucha contra el COVID-19 continúa en todo el mundo de forma paralela al proceso de vacunación masiva que varios países llevan adelante.
Esta vez, el Centro Médico Sourasky en Tel Aviv terminó la segunda fase de ensayos del fármaco EXO-CD24 usado para tratar a enfermos de COVID-19 y que mostró buenos resultados en cuadros leves y graves de la enfermedad.
Medios internacionales detallaron que el 93% de pacientes con cuadros graves de COVID-19 y que fueron tratados con EXO-CD24, superaron la infección y recibieron el alta en cinco días o menos.
Según el profesor Nadir Arber, el objetivo de esta fase de los ensayos fue verificar que el fármaco es seguro y eficaz para ser usado como un tratamiento cuando el paciente ya se infectó de COVID-19 a diferencia de la vacuna que se usa como protección ante un posible contagio.
El cuerpo humano tiene la molécula CD24 que es la responsable de la sobreactivación del sistema inmunológico tras la infección, proceso conocido como tormenta de citocinas, y que puede incluso provocar el ataque, por parte de este sistema, a las células sanas de los pulmones y llevar a una complicación respiratoria mortal.
Según el portal de noticias RT, “En esta situación, la CD24 se acopla a las membranas celulares y, entre otras funciones, regula el mecanismo que activa la tormenta de citocinas. El medicamento no afecta al sistema inmune en su totalidad, sino a dicho mecanismo, ayudándole a restablecer su equilibrio”.
Ahora el equipo de Arber planea iniciar la tercera fase de ensayos en la que se prevé la participación de 155 pacientes infectados de COVID-19 del que dos tercios recibirán el fármaco, mientras que el resto recibirá un placebo como grupo de control.
Esto podría significar un gran avance en la lucha contra la pandemia, pues de resultar efectivo, el número de pacientes que requieran cuidados intensivos bajaría considerablemente.