El aumento de los contagios de las últimas semanas y la mayor infectividad de la variante delta han disparado las alarmas. Sin analizar a profundidad los datos, gobiernos, medios y redes no han tardado en señalar la necesidad de una tercera dosis de las vacunas. ¿Pero es realmente necesario?
Pese a que se están haciendo los estudios que determinarán si es necesaria una tercera dosis, en países como Alemania el próximo 1 de septiembre se comenzará a administrar una dosis de refuerzo (tercera) de la vacuna contra el coronavirus a las personas mayores y vulnerables, así como a quienes no hayan recibido la inyección con la tecnología del ARN mensajero.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha abogado por aumentar la investigación científica antes de decidir si administrar, o no, una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus y recalca la importancia de analizar antes, si las dosis que actualmente se recomiendan para cada vacuna dejan de ser efectivas contra algunas cepas del virus y, especialmente, a la hora de prevenir las hospitalizaciones, enfermedades más graves y fallecimientos. También se ha sugerido a los países miembros que sean “extremadamente cautos” y “no se vean tentados” a comenzar a administrar terceras dosis de refuerzo de vacunas anticovid, algo que no ayudará a equilibrar el reparto global de dosis.
Los datos científicos no justifican por el momento esa dosis de refuerzo, que además incrementa la desigualdad, en un momento en el que muchos países en desarrollo todavía no han podido inmunizar a sus poblaciones más vulnerables.
Aquí se nota que parecería ser un tema más comercial por parte de la compañía Pfizer o Moderna, porque sin los estudios necesarios se desconoce, si en un año las vacunas con las que se está vacunando a la población, sigan brindando la inmunidad. Eso se sabrá únicamente después de estudiar a las personas vacunadas, a las que se contagiaron y a las que no contrajeron el virus e incluso, a las personas que después de haberse colocado la primera dosis se contagiaron.
Los que si se debe tomar muy en cuenta tal como o indica un documento interno de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la variante Delta del Covid-19 es más contagiosa que las otras cepas conocidas hasta ahora, puede causar una enfermedad respiratoria más grave y ser transmitida tanto por personas vacunadas como no inmunizadas. Sin embargo, los vacunados están más protegidos de enfermarse de gravedad y de morir por el virus.
En el país el tema de la vacunación está avanzando. Sin embargo, lo haría mucho más si en los centros de vacunación el proceso iniciara desde las 06:00, no a las 09:00 como ocurre actualmente. Esto no solo genera aglomeración, sino que es un posible foco de contagio y en unos días, posiblemente, habrá vacunados con Covid y como consecuencia, se generan dudas respecto a la eficacia de la vacuna. Recordemos que la personas se consideran vacunadas 14 días después de la segunda dosis.
Ahora se piensa aplicar medidas restrictivas, por ejemplo, en Guayaquil, a quienes no cuenten con el certificado de vacunación completo. Sin embargo, la vacuna es voluntaria y no se pueden crear ese tipo de restricciones. Lo que sí se debería es replicar las medidas como las que está adoptando Francia, es decir firmar un compromiso para que las personas que no se vacunan asuman sus costos médicos, en caso de contagiarse con el virus. Es decir, que cada persona corra con la responsabilidad de no vacunarse.
También se pueden crear incentivos comerciales en los que ya están vacunados por ejemplo descuentos en compras, souvenirs, descuentos en entradas al estadio, cines, etc.
Otro inconveniente, que se ha evidenciado en las últimas semanas, es que quienes acuden a vacunarse exigen que la inoculación sea con la vacuna de Pfizer, tal vez por el marketing que ha manejado ese laboratorio en todo el mundo. Pero hay que tomar en cuenta, que todas las vacunas aprobadas por la OMS brindan una protección significativa contra las enfermedades graves y la hospitalización. Y uno de sus últimos informes enfatiza sobre la vacunación como la mejor defensa contra una variante tan contagiosa como delta, que actúa casi como un virus diferente, pasando de un individuo a otro de manera más rápida que un resfriado común.