El asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moïse, cobró una dimensión internacional este jueves.
El gobierno de Colombia confirmó que al menos seis personas de un grupo de extranjeros capturados o muertos en Haití como supuestos autores del magnicidio son miembros retirados de sus fuerzas armadas.
“Inicialmente la información señala que son ciudadanos colombianos, miembros retirados del Ejército Nacional”, dijo en una declaración el titular de Defensa, Diego Molano.
Estas declaraciones se produjeron después de que el gobierno de Haití anunciara que había arrestado a 17 de los supuestos integrantes del comando armado que dio muerte al presidente Jovenel Moïse. 15 de ellos eran exmilitares colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano.
Otros tres presuntos mercenarios murieron y ocho más -todos colombianos- están prófugos.
Según dijo, el Ministerio dio instrucciones “para que de inmediato se preste la colaboración en el desarrollo de esta investigación para que se esclarezcan estos hechos”.
El director de la policía colombiana, Luis Vargas, dijo, por su parte, que dos colombianos de los que se solicitó información “habrían muerto” durante un choque con las autoridades haitianas.
Previamente, el gobierno de Haití había dicho que tres de los presuntos sospechosos fallecieron en un cruce de disparos con la policía.
Vargas agregó que luego recibieron información sobre otros cuatro nombres de personas capturadas en Haití y que “corresponderían a cuatro soldados retirados del Ejército Nacional”.
La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, condenó lo sucedido y pidió que caiga”todo el peso de la justicia” sobre los detenidos.
“Que la justicia de Haití proceda, y que proceda con todo el rigor y la contundencia (…) porque Colombia no puede de ninguna manera resultar en los titulares de la prensa internacional por cuenta de unos criminales y unos sicarios”, afirmó.