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Educación: las propuestas son efectivas si se plasman en territorio

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Son cinco las propuestas que son parte del Plan de Gobierno, en el ámbito educativo y, que de acuerdo a la nueva ministra de Educación, María Brown, tendrán resultados en los primeros 100 días de su gestión.

Estas son:

  1. Reactivación de las instituciones educativas.
  2. Fortalecimiento del enfoque inclusivo, con pertinencia comunitaria, cultural y territorial, en todo el sistema educativo nacional.
  3. Flexibilización de las modalidades del sistema nacional de educación, otorgando mayor autonomía responsable a los distintos actores y proveedores del sistema educativo.
  4. Dotación de herramientas tecnológicas, herramientas digitales, promoción de la salud y el bienestar, orientación vocacional, vínculo con la educación superior; y apoyo en la consecución del plan de vida de los estudiantes del Sistema Nacional de Educación.
  5. Reformar la normativa para incrementar la eficiencia administrativa del Ministerio de Educación, así como la dignificación de la carrera profesional de docentes y directivos.

En cuanto a la primera propuesta, es notorio que los estudiantes, en este tiempo de pandemia, académicamente no han alcanzado el nivel necesario, por tanto, la reactivación es importante; sin embargo, hay que estar muy atentos a lo que sucede con las instituciones educativas que han obtenido la aprobación para el retorno a clase presencial pues puede ser contraproducente si esto provoca un incremento de casos afectados por la pandemia.

La segunda propuesta busca incluir a todos los territorios, sin estandarizar absolutamente todo, como muchas veces se ha pretendido; al contrario, toma en cuenta el contexto no sólo de las instituciones educativas, sino también de los estudiantes y de los docentes para tener una educación más inclusiva.

La tercera es una propuesta interesante, porque beneficia a estudiantes, en especial de la ruralidad, quienes presentan dificultades para trasladarse a las instituciones educativas a diario, por las largas distancias que deben recorrer. También apoya a estudiantes pertenecientes a grupos de alto rendimiento que no pueden asistir regularmente a una institución educativa, entre otros grupos. Es necesaria esta flexibilidad en las modalidades, aunque hay una ley todavía vigente, que puede coartar ciertos cambios que se quieren aplicar. Sin embargo, la propuesta de aplicar varias modalidades o hacer un híbrido entre presencial, semi-presencial, virtual, etc., abre más horizontes.

La pandemia puso en evidencia la falencia, en el país, para el acceso a las herramientas tecnológicas y la cuarta propuesta hace referencia a ello. Tenemos estudiantes sobre todo en el sector rural, sin acceso a Internet, muchos no pudieron conectarse a sus clases, ni siquiera unas horas al día, para recibir ciertos lineamientos de sus docentes y avanzar en sus estudios. Fuimos testigos como niños, adolescentes y jóvenes debían caminar largos trayectos o incluso subirse a los árboles para obtener señal.

Si bien desde años anteriores se ha trabajado en el tema de la conectividad, en varias zonas del Ecuador, no ha sido suficiente. La crisis sanitaria obliga a repensar en la necesidad del acceso a la tecnología, para que la historia no se vuelva a repetir.

En cuanto al apoyo en la consecución del plan de vida de los estudiantes, es una propuesta que pone énfasis en la problemática de la gran cantidad de bachilleres que no pueden ingresar a la universidad, al no haber cupos suficientes. Y, en algunas ocasiones, quienes sí lograron obtenerlo, a causa de la falta de orientación, resulta que en los primeros semestres se dan cuenta que se equivocaron y por tanto, resulta tiempo y un cupo desperdiciado. A nivel país es muy importante garantizar que los estudiantes del tercer año de bachillerato accedan a una orientación clave para escoger su carrera. Se trata de fortalecer el vínculo de los colegios con la educación superior. Por ejemplo, entre los bachilleratos técnicos y los institutos tecnológicos no existe una conexión o coordinación académica que incentive al bachiller técnico a continuar con su especialización.

Sin duda, todas las propuestas son aplicables, el problema es que muchas veces se requieren de recursos. Por más voluntad que exista, la falta de presupuesto, dificulta la situación.  Solo para el retorno a la presencialidad de los estudiantes se requiere de recursos para adecuar las instituciones educativas, sus aulas, compra de insumos como gel, mascarillas, alcohol, entre otros, pues siendo la educación un derecho, no es posible pretender que en los establecimientos educativos fiscales sean los padres de familia quienes tengan que proveer de estos implementos.

En el sector público el presupuesto se planifica el año anterior y muchas veces los hechos no están planificados, como ocurrió con la pandemia. Entendemos que el gobierno va a priorizar temas de educación y salud, sin embargo, las necesidades son muchas, solo el acceso a herramientas tecnológicas e Internet para todos los lugares del Ecuador, se requiere un amplio presupuesto que, además, debe ser sostenible en el tiempo.

Y en este proceso tenemos a los docentes, los estudiantes, las instituciones educativas y los padres de familia, todos deben aunar esfuerzos para mejorar la educación. Las propuestas del Ministerio de Educación propenden a ello, siempre y cuando se las pueda realizar y hacer visibles. El problema surge cuando todo queda a medias, por falta de presupuesto o de comunicación y no llega a plasmarse.

Es importante revalorizar a los docentes y un punto vital es la capacitación sostenida. Un buen docente con vocación y preparado logra que sus estudiantes y su escuela salgan adelante, se convierte en el eje central para propender la calidad educativa, por tanto, hay que brindarle todas las herramientas necesarias, en cuanto a capacitación y apoyo constante, este es un punto que se debería reforzar dentro de este gran Plan Nacional.

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