Apple acaba de liberar su nueva versión de iOS 14.5.x, pongo la “x” porque esta pendiente una última versión que corrija los errores que se han encontrado hasta el momento en esta liberación, esta actualización a pesar de ser considerada pequeña contiene un cambio importante para el mundo del marketing digital: Obligar a las aplicaciones a solicitar permisos para activar los rastreadores que se tengan incorporados en su código.
Las preguntas ahora serían: ¿Qué es un rastreador? Y ¿Por qué se llama rastreador? Vamos a ilustrar esto con un ejemplo: Imaginemos que todos los días al despertarnos un pequeño duende mágico aparece a lado nuestro, no lo vemos, no sabemos que existe y tampoco que estará con nosotros todo el tiempo, este duende anotará en una libreta mágica todo lo que vemos, tocamos, comemos, decimos e incluso nuestras expresiones de felicidad, enojo, disgusto, etc. Al final del día este duende enviará la libreta mágica a sus jefes quienes revisarán toda esta información y al día siguiente al despertar reemplazarán al duende mágico por uno nuevo.
Hasta aquí solo tenemos un duende mágico chismoso que dirá todo lo que hacemos, vemos, olemos, etc. a sus jefes pero recordemos que dije que es mágico y aquí es donde empieza la magia; este duende con la información que tiene, del duende del día anterior, hace que de pronto aparezca un helado parecido al que ayer vimos y que nos sacó una sonrisa, el helado no es gratis pero está ahí dispuesto a ser comprado, pero meses atrás la heladería que produce los helados, contrató a los jefes del duende para incrementar sus ventas; luego de un par de horas el duende logra hacer que un amigo de su infancia aparezca frente a ud., el mismo amigo que estaba en su grupo de la escuela de quienes casualmente del día de ayer encontró una foto entre sus archivos; por la noche de pronto él aparece ante nosotros la tienda almohadas ultra premium y recordamos que anoche nos quejamos sobre las que tenemos en la cama y las compramos, otra vez, el dueño de la fábrica de almohadas contrató a los jefes del duende. Este en forma simplificada es el negocio de los jefes del duende y en nuestro caso el duende es el rastreador y sus jefes las aplicaciones con rastreador (léase Facebook, Instagram, Google, entre otros).
Este duende mágico estaba oculto para muchos, menos para los expertos en marketing digital y tecnología que conocían gracias a libros de magia sobre el negocio de los jefes de los duendes y como contratarlos. Esta ventaja permite conocer comportamientos de consumidores, ayuda a la segmentación de mercado y a generar más ventas, pero a costa de nuestra privacidad. Recuerdo que una vez leí del caso de una pareja que se enteró que tendrían un bebe, debido a que el duende hizo aparecer ropa de bebé en oferta basándose en las acciones de ellos en las semanas anteriores. Pero los duendes ahora mismo tienen un pequeño problema, a partir de esta semana nosotros, solo si usamos un iPhone, sabremos que el duende está ahí y tendremos que manifestar nuestro permiso para que nos siga.
Pero ¿esto detiene a los duendes?, aquí mi respuesta es: “tal vez”, porque depende de nosotros decir que no, cada vez que nos pregunten si queremos que un duende nos siga, además estos duendes existen en todos lados y no solo en los iPhone, sino en nuestras computadoras personales, nuestros televisores, relojes y cualquier cosa que tenga el apellido “inteligente”; por lo que estamos constantemente expuestos a ellos y esto no va a cambiar en un futuro inmediato.
PD: Da algo de miedo saber que mientras escribo esto tengo a un duende mágico anotando todo lo que escribo y cuando usted lea esto tendrá a su propio duende anotando lo que ha leído y yo he escrito.