La Conaie ha decidido iniciar movilizaciones en medio de una disputa por su poder político. Al frente se puso Leonidas Iza que empujó una campaña a favor del correísmo en la última contienda electoral. Su base de lucha es la misma, oponerse a todo, porque así lo manda el correísmo dispuesto a todo por ganar espacios de poder y así lograr su gran sueño, liberar a Jorge Glas, sentenciado por casos de corrupción.
El expresidente Rafael Correa ahora se ha puesto a jugar, por ejemplo, a defensor de las protestas en Colombia, ya directamente, no discretamente como lo hace Nicolás Maduro, quien lo ha contratado como su asesor, según el mismo lo ha reconocido con el financiamiento a sus programas del llamado pensamiento político.
La Conaie ahora juega al papel de desestabilizadora, ni bien empezado el nuevo Gobierno, y quiere poner en medio de la cancha a Pachakutik, sin siquiera ser la Conaie, sino Leonidas Iza.
Los movimientos sociales a los que el correísmo despreció y vilipendió ahora pretenden hacerle el juego. Sin duda hay medidas que corregir y unas promesas de campaña que el nuevo Gobierno deberá cumplir, pero eso no implica una justificación del llamamiento a movilizaciones que pueden llevar al país por un derrotero de ruina económica mientras Leonidas Iza baila al ritmo de Jaime Vargas.
No solo fue Jaime Vargas quién apoyó un proyecto que pretendía poner a un movimiento político cincuenta años en el poder, sino también Leonidas Iza. La memoria puede ser frágil, pero hay memoria.