Una polémica se ha armado entre el Ministerio de Salud y los Municipios que buscan adquirir por su cuenta las vacunas contra el Covid-19 para inmunizar a la población. El impasse surgió cuando el Ministerio de Salud estableció las reglas para que los gobiernos locales pudieran adquirir por su cuenta las vacunas.
La alcaldesa de Guayaquil se activó en redes con el hashtag liberen las vacunas, mientras aseguró que contaría todos los días los muertos por Covid-19 en Guayaquil, con una cifra escalofriante: 11 muertos por día. Igual lo hizo el alcalde de Cuenca con fuertes críticas al Ministerio de Salud por considerar que los requisitos lo único que hace es agravar la pandemia y retrasar la recuperación de la economía de las ciudades.
El Ministerio de Salud, sin embargo, lo único que hizo fue hacer públicas las reglas para la compra de vacunas que solo puede hacerlas los Estados. Sin embargo, la situación es tan crítica, sobre todo por la desigual distribución de vacunas en el mundo (el 90 por ciento de la población de 70 países no tendrá acceso a la vacuna) que es urgente alianzas público-privadas, en las que se puedan incluir los Municipios, para lograr una inmunidad de rebaño.
Mientras hay disputas en todo el mundo por la distribución de vacunas, porque los países más ricos han comprado ya la mayor cantidad de vacunas que se producirá este año, mientras los más pobres no tendrán dosis ni para sus poblaciones más vulnerables, lo más probable es que el virus siga mutando hasta hacer inefectivas las actuales vacunas, además de producir consecuencias económicas, políticas y morales devastadoras.
El Ministerio de Salud y los gobiernos locales deben sentarse a dialogar, porque también es cierto que mientras las ciudades más grandes tendrán presupuestos para la adquisición de vacunas hay ciudades que deberán esperar las dosis que lleguen a cuentagotas. El sistema de desigualdad global, traducido en un sistema de desigualdad entre ciudades de un país.