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El dinero electrónico, una modalidad de pago moderna y segura

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La pandemia ha despertado en la gente el interés por esta modalidad de pago electrónico, si bien es cierto, no está del todo comprobado que la transmisión del covid-19 pueda darse por el uso de billetes o monedas, pero si genera miedo por el contacto con las otras personas.

El uso del dinero electrónico, las tarjetas de crédito o de débito se han convertido en una buena alternativa para poder realizar estos pagos para evitar el contagio del virus, el dinero electrónico facilita las transacciones financieras de una manera rápida y segura, tomando en consideración los aportes de Espinach & Ruzicka (1999), Clemente (2005), Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera (2014), Aguilar Meza (2015), Valencia (2015), se puede definir al dinero electrónico como un tipo de moneda en un dispositivo electrónico móvil, electromecánico, tarjetas inteligentes, computadores, que puede ser ampliamente utilizado mediante operaciones, mecanismos, procedimientos y normativas que faciliten los flujos, almacenamiento y transferencia en tiempo real brindando comodidad y seguridad en las transacciones con un bajo costo de operación y lo que es mejor minimizando los riesgos de contagio del Covid 19 al tener que manipular el dinero de manera física.

En Ecuador la implementación del dinero electrónico ya se dio hace algunos años, de hecho, Ecuador ha sido considerado como el primer caso en el mundo de un dinero basado en teléfono móvil administrado y controlado por un gobierno central, y es el Estado a través del Banco Central que mediante regulación 055-2014 expedida por su Directorio el 28 de febrero de 2014, describe el marco general y los actores participantes del Sistema de Dinero Electrónico (SDE) (Banco Central del Ecuador, 2014).

La Organización Mundial de la Salud, sugiere que se realicen las transacciones de compra y venta utilizando medios electrónicos para disminuir el contacto directo unos con otros.

Bajo este contexto es importante mencionar que a partir de la crisis que estamos atravesando a causa de la pandemia, esta estrategia de pago que ya ha venido trabajándose en el país y que no ha tenido una buena acogida por los ecuatorianos se puede fortalecer y considerar al dinero electrónico como un excelente mecanismo de pago para todas las transacciones. El sistema financiero público a través del Banco Central presentó su estrategia de billetera móvil para cubrir al menos del 25% de todos los hogares que tienen acceso a internet inalámbrico, el sistema financiero privado también está trabajando en esta estrategia, por ejemplo, la app Deuna! tiene el potencial de llegar a 3 millones de clientes de todo el Grupo Financiero Pichincha (2016), el sector financiero popular y solidario con seguridad debe estar apuntando sus estrategias en el mismo sentido, con seguridad lo que está sucediendo en el mundo nos lleva a pensar de manera diferente y a considerar que gracias al avance tecnológico e informático en el mundo, el uso de dinero electrónico en nuestro país va a tener un constante crecimiento.

Almazán & Frydryh (2015) afirmaron que en Ecuador el dinero electrónico permitirá que el 40% de la población económicamente activa (PEA), que no está incluida financieramente, forme parte del sistema financiero ecuatoriano, entre ellos el sector microempresarial que actualmente se ha visto seriamente afectado, se debería aprovechar para reorientar los programas de cultura financiera hacia el uso de dinero electrónico y que de esta manera todos conozcan los beneficios que este sistema trae consigo.

La Organización Mundial de la Salud, sugiere que se realicen las transacciones de compra y venta utilizando medios electrónicos para disminuir el contacto directo unos con otros. Diners Club, está utilizando una tecnología que permite realizar transacciones sin la necesidad de atravesar las tarjetas magnéticas a través del dispositivo de pago, únicamente se maneja la lectura del microchip a una distancia prudente. Todas las alternativas que están proporcionando las entidades financieras son viables para que el dinamismo de la economía continúe y se pueda seguir realizando el mismo flujo de compra y venta de años anteriores.

En un inicio estas herramientas no tuvieron gran aceptación por la ciudadanía por miedo y desconocimiento de su uso. A pesar de ser un sistema novedoso aún existen dudas en cuanto a los mecanismos de seguridad, con los que se pueda asegurar que la transacción va a ser completamente legal sin ningún tipo de estafa.

Para ello, existen organismos que regulan y validan todas las entidades comerciales y las de intermediación. Tales como, la Junta de Regulación Política y Financiera, la Superintendencia de Bancos, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y la Superintendencia de Compañias, Mercados y Valores para el mercado bursátil. Lo que se busca es que todas las instituciones otorguen la confianza a los clientes para utilizar estos sistemas de pago.

El uso de dinero electrónico es una estrategia que a mediano y largo plazo debe ser implementada en toda actividad financiera porque la tendencia es que la mayor parte de usuarios financieros realicen sus transacciones mediante el uso de la tecnología. La emergencia sanitaria ha hecho que el sistema financiero considere esta oportunidad para reinventar su oferta de productos y servicios financieros a través de la tecnología y mecanismos virtuales.

El dinero electrónico no solamente pretende ser un medio de pago electrónico a escala, lo que busca es ser una herramienta de apoyo a la generación de empleo, emprendimientos y reactivación económica que por la situación actual le hace falta a nuestro país, pensemos en el dinero electrónico como una herramienta de gran utilidad para hacer frente a este aislamiento y con el fin de reemplazar el uso del dinero en efectivo como una medida de bioseguridad. Con el uso de sistema electrónico se contribuye con la inclusión financiera de aquellas personas que no poseen una cuenta bancaria y que sería una gran oportunidad para incluirlos de manera formal al sistema financiero, no olvidemos que el uso del dinero electrónico trae consigo la reducción del gasto financiero en la impresión de dinero físico, si lo vemos en contexto son muchas las ventajas que se pueden considerar, pero claro la realidad nos lleva a pensar que si habrá una incidencia negativa que puede ralentizar su uso, debido al desconocimiento y la desconfianza que tienen los usuarios, las empresas hacia este tipo de sistemas, es hora de que las instituciones y nosotros como usuarios empecemos a ver al dinero electrónico como una alternativa viable y educarnos más al respecto.

 

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