La pandemia ocasionada por el Covid-19 ha generado un cambio sustancial en la vida de los seres humanos y hasta que no se encuentre la vacuna para mitigar los efectos del virus tenemos que adaptarnos a un estilo de vida diferente al que conocíamos.
Esta nueva normalidad, impactó de diferentes formas, según la edad de las personas. Es por esto que los adultos de la tercera edad se encuentran altamente vulnerables. Han sido afectados no solamente de forma más agresiva por el virus, sino que además tienen que lidiar con los efectos psicológicos que produce el encierro produce la restricción de las actividades que realizaban antes de la pandemia.
Un adulto mayor sano tiene el deseo de continuar con sus actividades diarias, hacer sus diligencias y salir de forma independiente. Estas salidas deben realizarse con la mayor precaución posible, siempre con el uso correcto de la mascarilla, procurando que se cubra correctamente la nariz y la boca, el lavado de manos de forma continua, el uso de gel y mantener el distanciamiento social de dos metros para disminuir el riesgo de contagio.
Estos riesgos pueden ser minimizados, utilizando el servicio de comida a domicilio cuando el adulto mayor quiera descansar de su actividad de preparar los alimentos. Es importante desinfectar todos los recipientes de comida que ingresan al domicilio y lavarse las manos de forma rigurosa luego de tener contacto con fundas y contenedores desechables de alimentos.
El internet permite tener acceso a diferentes cursos en línea totalmente gratuitos de idiomas, manualidades, descargar libros, visitar museos virtuales, entre otras. Esta conectividad hace que los adultos mayores no se sientan aislados del mundo, sino que mantengan sus relaciones interpersonales por intermedio de la red, llamadas virtuales, reuniones por zoom, o por teléfono. Es primordial que la familia que no vive con el adulto mayor mantenga el contacto y realice llamadas continuas, esto le proporciona la sensación de acompañamiento.
La comunicación dentro del hogar también es importante, así como el permitir que el adulto mayor coopere normalmente con las actividades de la casa, en muchas ocasiones el ser paternalistas conlleva a la familia a sobreproteger demasiado a la persona y eso afecta a su autoestima y empeora su condición desde el punto de vista psicoemocional y funcional.
Es necesario que si el adulto mayor es sano y puede realizar actividad física lo haga, por lo menos una hora diaria y en el caso de que no sea posible realizar ejercicios es recomendable hacer fisioterapia que les permita mejorar su salud.
Un factor desencadenante para la depresión es el encierro o limitar la libertad para salir. Los adultos mayores se han enfrentado a una situación emergente que ha descubierto sus miedos.
Es recomendable dar el apoyo adecuado al adulto mayor cuando se enfrente a una pérdida, sea de una persona querida cercana o directamente la pérdida de su pareja. Separarse de la persona con la que se ha vivido por muchos años es una experiencia que genera un gran impacto desde el punto de vista psicoemocional y se debe proporcionar el debido acompañamiento.
Lo ideal es planificar pequeños paseos progresivos, puede ser en el perímetro de la vivienda y en horarios donde haya menos cantidad de personas en la calle. No se debe olvidar tomar los cuidados debidos con el sol, protegiendo la piel con bloqueador solar.
Como familia se puede apoyar a que continúe su vida normal en la medida de lo posible y que mantenga su vitalidad, sus deseos de superación y que siga alcanzando metas y anhelos que tal vez en el pasado no lo pudo realizar por falta de tiempo, por sus muchas ocupaciones, el trabajo o por falta de recursos económicos.
Los adolescentes pueden ser un gran apoyo para los ancianos, porque pueden enseñar sobre la tecnología y así permitirles acceder a cursos que sean de su interés, manteniendo activa la mente. Ahora los adultos mayores pueden disfrutar de su tiempo libre en compañía de una buena lectura, de un crucigrama, sopas de letras o un rompecabezas en familia, estos además fomentan los lazos familiares y mejoran la cognición del adulto mayor. Incluso se puede hacer terapia ocupacional con materiales que existen en casa y no son costosos como hilos y botones.
Una salud integral del adulto mayor está relacionada con la parte física, emocional y también espiritual. La población ecuatoriana en su mayoría practica la religión católica, en este caso es necesario que los ancianos continúen con sus creencias y se respete sus prácticas espirituales; si bien es cierto no pueden acudir presencialmente a la misa, se puede optar por alternativas para que accedan a su rutina religiosa. Además, resulta conveniente que ellos se aferren a sus creencias y si es posible la familia debe acompañar en ese momento. Jamás se debe hacer de menos las necesidades espirituales y sociales de los adultos mayores.
Desde el inicio de la pandemia los centros médicos se dedicaron exclusivamente al Covid-19 y se dejó un poco de lado a los adultos mayores, afortunadamente se puede contar con la telemedicina, o la teleconsulta, este es el caso de la UTPL. La Universidad cuenta con el servicio de telemedicina en casa, la que permite a la población evitar salir para hacer una consulta médica: se hacen diagnósticos y se solicitan exámenes de laboratorio de manera virtual.
Se debe procurar que el adulto mayor sea consciente del riesgo que corre. Es un trabajo de la familia procurar el cuidado del anciano, pero también es un trabajo de todos como sociedad. En la UTPL se hacen periódicamente eventos para la comunidad que buscan concientizar del peligro de bajar la guardia, sobre todo entre la población con obesidad, diabetes, hipertensos y con problemas cardiovasculares.