El candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, tomó un estrecho liderazgo sobre el presidente Donald Trump en el disputado estado de Georgia, acercándose un poco más a la Casa Blanca en una tensa contienda en la que un puñado de estados indecisos sigue contando votos, según Reuters.
Biden cuenta con una ventaja de 253 votos frente a los 214 de Trump en el Colegio Electoral, que determina el ganador, según la mayoría de las principales cadenas de televisión. Si logra los 16 votos electorales de Georgia, el exvicepresidente quedaría a las puertas de los 270 votos necesarios para asegurarse la presidencia.
Biden se convertiría en el próximo presidente si conquista Pensilvania, o si gana dos del trío de estados formado por Georgia, Nevada y Arizona. El camino de Trump a la reelección parece estrecharse cada vez más, ya que necesitaría asegurarse tanto Pensilvania como Georgia y superar también a Biden en Nevada o Arizona.
El aspirante demócrata aventajaba a Trump por 917 votos en Georgia, donde el recuento proseguía temprano el viernes. El giro se produjo horas después de que Trump compareció en la Casa Blanca proclamando falsamente que le estaban “robando” las elecciones.
Trump ha visto como se esfuma poco a poco su ventaja en Georgia, un estado sureño que no ha votado por un candidato presidencial demócrata desde que Bill Clinton llegó a la Casa Blanca en 1992, mientras los funcionarios computan decenas de miles de votos, muchos de bastiones demócratas como Atlanta.
La Secretaría de Estado de Georgia reportó en la noche del jueves que quedan unas 14.000 papeletas por escrutar aún. Asimismo, deberán ser computados también los votos del personal militar y residentes en el extranjero, así como las papeletas provisionales depositadas el día de las elecciones por votantes con problemas con su registro o identificación.
Biden ha estado recortando también de forma estable la diferencia con Trump en Pensilvania. Su déficit se había reducido a poco más 18.000 votos temprano el viernes y se esperaba que se siguiera acortando, ya que muchas de las papeletas que faltan por escrutar proceden de áreas demócratas.
En un ataque sin precedentes al proceso democrático, Trump compareció el jueves por la noche en la sala de prensa de la Casa Blanca y afirmó sin fundamentos que le estaban “robando” las elecciones.
Sin ofrecer prueba alguna, arremetió contra los trabajadores electorales y criticó duramente el proceso de votación por adelantado, que dijo que está diseñado para manipular el voto porque favorece a Biden.