La pandemia del coronavirus ha despertado un inusitado interés por las series de ciencia ficción, los libros apocalípticos, los temas del llamado biocontrol social, las conspiraciones de las grandes corporaciones, el origen del universo, la relación del ser humano con el planeta, el cambio climático, y todo lo relacionado con el origen de la vida y los apocalipsis, cuando la ciencia ya había dado grandes pasos en ese sentido.
Ahora mismo una sonda de la NASA va camino a sobrevolar la superficie externa del sol que, al parecer, permitirá determinar por qué la vida comenzó en la Tierra hace cuatro mil millones de años y no en Marte o Venus. Los astrofísicos que estudian el Sol desde hace décadas se preguntan cómo es posible que la corona solar, la capa más externa de la estrella, esté más caliente que la propia superficie.
Lo que contradice toda lógica, según la NASA, porque en una noche fría cuando una persona está cerca de una fogata la sensación es cálida y cuando se aleja la temperatura baja. En el sol ocurre todo lo contrario. La corteza tiene una temperatura de unos 5.500 grados Celsius, mientras que la corona, visible durante los eclipses, puede alcanzar millones de grados.
En la conquista espacial, los secretos del sol son ahora una pieza clave para desentrañar el origen de la vida. La NASA tiene una extensa flota de naves espaciales cerca de esa estrella que permite a los científicos estudiarla muy de cerca. Una está en camino de volar a través de su atmósfera exterior. Mientras los astrobiólogos, los encargados de estudiar la evolución del origen y la distribución de la vida en el universo, están ocupados en los soles jóvenes con el fin de identificar aquellas estrellas con niveles apropiados de actividad estelar para la vida.
Pero no son los secretos de la vida los nuevos temas de la agenda cotidiana de la gente en casi todo el mundo, también están la salud mental y la economía, porque existe el temor de que finalmente los suicidios o el hambre terminen matando más gente que la pandemia del Covid-19.
Esa es una preocupación legítima en Japón donde el suicidio, por ejemplo, es un asunto de salud pública. El único país del mundo con estadísticas actualizadas sobre el tema. Según una nota de Bloomberg, este año en ese país 13 mil personas se mataron y menos de dos mil murieron victimas del coronavirus.
La pandemia ha despertado muchos temores, sin duda.