El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró con una caída del 3,7 %, hasta $38,72 el barril, tras una sesión pesimista marcada por el persistente temor a que el aumento de casos de Covid-19 en todo el mundo debilite la demanda.
El crudo de referencia en Ecuador llegó a perder un 6% de valor durante la jornada, presionado a la baja por las malas perspectivas de demanda que genera la evolución de la pandemia y por el incremento de producción procedente de la OPEP en septiembre.
A los inversores les preocupan las noticias de restricciones a la movilidad en algunos de los países más afectados por una nueva ola de casos de coronavirus, como España, donde Madrid afronta otro posible confinamiento, o Francia, donde París prevé limitaciones de actividad inminentes.
“Es evidente que el virus no ha sido contenido. Las tasas de infección están subiendo, la cifra global de muertes ha superado el millón y el mundo vuelve a ser un lugar sombrío otra vez”, dijo en una nota el analista Tamas Varga, de la firma PVM Oil.
En el plano doméstico, los mercados siguieron pendientes de las negociaciones en el Congreso para lanzar un nuevo paquete de estímulo económico que contrarreste el efecto de la pandemia, lo que podría dar algo de alivio al sector energético.
Por la parte de la oferta, versiones de prensa que apuntan que la OPEP registró un incremento de producción en septiembre debido a unos mayores suministros de Libia e Irán, que están exentos de las limitaciones pactadas entre el cártel y sus aliados.
Según algunos analistas, los países de la OPEP y sus aliados están entrando en su sexto mes de recortes de producción con ganas de reanudar el suministro, y cualquier señal de que pueda no acatarse el pacto es resulta negativa para los precios.