Richard Carapaz se convirtió en el nuevo líder de la clasificación de la montaña en la etapa 18 del Tour de Francia y desplazó en esa categoría al esloveno Tadej Pogacar, uno de los favoritos. Por tercera jornada consecutiva integró la fuga del equipo de Ineos agrandado su figura tras reemplazar como líder del equipo a Egan Bernal.
Carapaz fue llamado 15 días antes del inicio del Tour como escudero de Bernal. “Egan Bernal es el líder de nuestro equipo y vamos a trabajar para él -había declarado antes del inicio del Tour-, estaré ahí, apoyándolo especialmente en la zona donde me gusta que es en la montaña”.
La competencia le dejaba fuera de conquistar por segunda vez el Giro de Italia y aceptó el reto con la idea fija de llevar a Bernal al podio. Desde el abandono de Bernal, el ciclista carchense se ha convertido en la figura de Ineos con una etapa 18 memorable para su carrera, no solo porque demostró que estaba a la altura de una competencia de tan alto rendimiento, sino porque también demostró que podía trabajar en equipo, algo que fue cuestionado cuando integraba el Team Movistar.
Ineos, sin duda, se equivocó al no llamarlo a liderar el equipo desde el arranque, porque en solo tres jornadas ha demostrado la madera de la que está hecho. Supo levantarse sin problemas de su caída en el Tour de Polonia y su lesión en la pantorrilla. El martes cruzó segundo la meta y el miércoles lideró la prueba por largos tramos, aunque se le escapó el triunfo en los últimos kilómetros. Y acompañó a su compañero Michał Kwiatkowski a cruzar la meta. Ahora es el rey de la montaña.
Carapaz tiene un futuro bastante prometedor en las grandes ligas del ciclismo. Ineos ya no tiene la oportunidad de disputar el título, lo que tiene es un gran líder en sus filas. Ya conoció la experiencia de estar en el Tour de Francia y no solo estar, sino de ser un gran protagonista.