Mauricio Claver-Carone, nominado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para dirigir la principal institución financiera de América Latina fue electo el sábado presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, convirtiéndose en el primer estadounidense que lo encabeza en sus 61 años de historia.
Claver-Carone, asesor de alto rango de Trump para América Latina, dijo a los gobernadores del banco antes del inicio de la votación que sería un apasionado defensor del organismo, su personal y la región. Él asumirá el cargo el 1 de octubre y ha prometido servir sólo un mandato de cinco años.
La decisión de Trump de nominar a un estadounidense para encabezar el banco generó críticas de algunos países de América Latina, grupos de desarrollo y la Unión Europea, pero Claver-Carone consiguió el apoyo de la mayoría de los países de la región.
Argentina, México, Chile y Costa Rica -preocupados por el precedente a largo plazo de la decisión- buscaron inicialmente retrasar la votación, pero no consiguieron el respaldo suficiente para hacerlo.
La elección del jefe del BID se ha convertido en una lucha geopolítica entre el gobierno de Trump, que busca fortalecer su posicionamiento en América Latina -región rica en recursos-, contrarrestar la influencia de China y de otros que no quieren perder control del prestamista.
“Esta victoria es para América Latina y el Caribe. Quiero agradecer a todos nuestros socios en la región por mantener la integridad de este proceso electoral y compartir nuestra visión común de un BID más fuerte y receptivo”, dijo Claver-Carone en una declaración después de la elección.
“Mi compromiso sigue siendo el mismo: trabajar con los países miembros del BID para delinear una estrategia para fortalecer el banco, responder a las necesidades de la región y crear oportunidades para la prosperidad compartida y el crecimiento económico”, dijo.
Claver-Carone hizo el sábado su última presentación a los gobernadores del banco, los ministros de finanzas de los países miembros del banco, desde la oficina de Estados Unidos en la sede del Banco en Washington, con una gran bandera estadounidense detrás de él.
El BID ha sido dirigido por latinoamericanos desde sus inicios en 1959, mientras que el Banco Mundial ha sido históricamente dirigido por un ciudadano estadounidense. Los críticos dicen que la elección de Claver-Carone y su promesa de nombrar a un latinoamericano como segundo al mando sienta un precedente que podría dañar a Washington al final.