El estado de excepción decretado decretado para mitigar la propagación del Covid-19 termina a las 23:59 del domingo 13 de septiembre, según un comunicado del Comité de Operaciones de Emergencia nacional. Eso no significa que el peligro haya pasado, ni que el virus se haya esfumado. La vacuna está muy lejos de hacerse realidad, solo es hora de que los ciudadanos asuman su parte de responsabilidad en este tema, al igual que los Municipios y gobiernos locales con sus políticas públicas.
Gran parte de la responsabilidad de las medidas de excepción decretadas por el gobierno en cuanto a las restricciones de movilidad y prohibiciones como la de las reuniones masivas ahora pasan a los gobiernos locales. Muchos han optado por relajar aún más las medidas y otros por asumir el papel del Estado castigador, que todo lo prohíbe como en los comienzos del estado de excepción.
El país necesita caminar hacia la recuperación económica porque el coronavirus no desaparecerá en una fecha mágica, ni con llegada de la vacuna de Rusia ni de China. El proceso de crear una vacuna es demasiado complejo más con un virus tan invasivo como el del Covid-19.
En ese sentido, el Municipio de Quito ha comenzado a jugar a la piñata, al optar por medidas más destinadas a mantener en la inactividad a una ciudad que ha comenzado a asfixiarse, con negocios cerrados y empresas que no pueden reabrirse con el consecuente aumento del desempleo.
Fue muy significativo el anuncio del Municipio de Quito de una serie de medidas que deberían implementarse desde esta 13 de septiembre, medida que pasó al 14 de septiembre tras el anuncio del Comité de Operaciones de Emergencia nacional. El fin del estado de excepción no significa que los gobiernos locales tengan carta blanca para decretar medidas que detengan el normal funcionamiento de país.
El Covid-19 sigue siendo un peligro latente y es necesario cumplir obligaciones sanitarias, pero eso no significa que un país deba permanecer encerrado sin producir. Hay una crisis económica en medio de la crisis sanitaria por el encierro obligado. Ahora la gente mirará más de cerca el papel que comiencen a jugar los gobiernos locales.
La misma Corte Constitucional en su fallo que negó la extensión del estado de excepción reclamó a los gobiernos locales medidas que contribuyan a mantener las normas de bioseguridad sin afectar los derechos de los ciudadanos a sus libertades. Una medida que tome un gobierno local no puede afectar a otro. Las políticas públicas no están destinadas a convertir a las ciudades en islas.
Los Municipios más que nunca están bajo la lupa de la gente.