El filósofo español Fernando Savater decía que un profesor que poco sabe, poco podrá enseñar y esto limitará profundamente a los pupilos que están bajo la supervisión del mencionado maestro. Es lo que ocurre con el candidato del correísmo, un exfuncionario de ese Gobierno que promete repatriar capitales, desconocer el acuerdo con el FMI y ser otra vez, de llegar a ser presidente, el jefe de todas las Funciones del Estado. Un Jorge Glas sin sentencia de por medio, con un discurso añejo que quiere hacer pasar como el de la juventud. Como si la juventud fuera sinónimo de TikTok, con mensajes personalizados, según las audiencias.
¿Qué ofrece el candidato del correísmo que no ofrezca la llamada izquierda tradicional? Nada. El patria, socialismo o muerte y el hasta la victoria siempre están tan en desuso como el correísmo que vive del espejismo de Twitter. Hay la creencia de que la campaña se dirimirá en redes sociales, nada tan alejado de la verdad. De 3,5 millones de seguidores que tiene en su cuenta de Twitter el expresidente Correa su retuits no llegan a veces ni a mil. Sus transmisiones pueden alcanzar hasta 170 mil personas con campañas pagadas, lo que cualquier cuenta con más de mil seguidores podría alcanzar con un tema coyuntural y un buen título.
Tan añejo es el discurso que hasta los artífices de la campaña del correísmo debieron guardar eso de se viene el correazo. El castigo contra los infieles. ¿Cómo va a recuperar la economía? Repatriando capitales. ¿De dónde? De los lugares a los que se llevó la oligarquía pagando el cinco por ciento del Impuesto a la Salida de Divisas, un tributo creado por el gobierno del expresidente Correa.
El correísmo hace mucho tiempo se quedó sin base social, ¿hay algún movimiento u organización seria que respalde esa candidaturas? ¿No fue suficiente la bofetada que le dio la Conaie cuando Correa ya preparaba su regreso como el gran salvador de la patria en octubre de 2019? Para qué ser caja de resonancia de alguien, si los movimientos antiimperialistas, anticapitalistas, antiFMI… lo pueden seguir siendo desde sus propias tarimas. Ya está ahí, por ejemplo, el prefecto del Azuay con un discurso similar, entonces ¿por qué apostar por el mismo autoritarismo de quién se creía jefe de todas las Funciones del Estado?
Mucha bulla por un candidato que se lamentaba porque el socialcristianismo haya retirado su apoyo a una candidata joven como Cristina Reyes; lo dijo el candidato que tiene como binomio, al menos hasta el momento de la inscripción de candidaturas, a un expresidente caracterizado por su misoginia. ¿Dónde están las mujeres del correísmo que pudieron haber ocupado ese espacio?