Estados Unidos y China intercambiaron críticas a medida que crecen las tensiones militares entre las dos economías más grandes del mundo, con el jefe de defensa de Estados Unidos prometiendo no ceder ni una pulgada en el Pacífico y China diciendo que Washington estaba poniendo en peligro la vida de los soldados, según la agencia Reuters.
La nueva disputa surge por las actividades militares chinas en el controvertido Mar de China Meridional, donde cada uno de ellos acusa al otro de un comportamiento deliberadamente provocativo.
En la última medida de Estados Unidos contra China, antes de las elecciones presidenciales de noviembre, Washington puso el miércoles en una lista negra a 24 empresas chinas e individuos vinculados a la construcción y a acciones militares en la concurrida vía fluvial del Mar de la China Meridional.
En Hawai, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, dijo que Pekín está utilizando un agresivo programa de modernización militar en un intento de proyectar poder a nivel mundial.
“Para avanzar en la agenda del Partido Comunista de China, el Ejército Popular de Liberación continúa persiguiendo un agresivo plan de modernización para lograr un ejército de clase mundial para mediados de siglo -dijo Esper-. Esto sin duda implica el comportamiento provocativo de las fuerzas armadas chinas en los mares del sur y del este del país, y en cualquier otro lugar que el Gobierno chino haya considerado crítico para sus intereses”.
En Pekín, el Ministerio de Defensa de China respondió a ciertos políticos estadounidenses que, según dijo, estaban dañando los lazos militares chino-estadounidenses en el período previo a las elecciones de noviembre para su propio y egoísta beneficio, tratando incluso de crear enfrentamientos militares.
“Este tipo de comportamiento pone en peligro la vida de los oficiales y soldados de ambos bandos”, dijo el portavoz Wu Qian a los periodistas en una rueda de prensa mensual el jueves.