Varias compañías faramcéuticas han recibido subvenciones de cientos de millones de dólares del gobierno de Estados Unidos y otros países para que puedan desarrollar una vacuna contra el Covid-19, pero estos acuerdos no siempre vienen con cláusulas que limitan el precio máximo de las dosis. Eso quedó en evidencia en una audiencia en el Congreso de Estados Unidos, donde los laboratorios estadounidenses Pfizer, Merck y Moderna aseguraron que, en caso de lograr la vacuna contra el nuevo coronavirus, no la venderán a precio de costo, .
Moderna, una compañía de biotecnología ha desarrollado una de las vacunas experimentales más avanzadas, cuyos ensayos de fase tres comenzarán la próxima semana en 30 mil voluntarios. Mientras países de todo el mundo aumentan los pedidos de vacunas antes de lo que se espera sean resultados exitosos en los esfuerzos por contener el Covid-19.
¿Quiénes podrán acceder a las vacunas? Sin duda, los países ricos. El Gobierno de Estados Unidos ya anunció que pagará $1.950 millones a Pfizer y a la firma alemana BioTech para que produzcan y suministren al país 100 millones de dosis de su candidata a vacuna contra el Covid-19. El acuerdo permitirá al Gobierno adquirir un volumen adicional de 500 millones de dosis.
El problema es que muchos países en vías de desarrollo, entre ellos, Ecuador, no estarán en capacidad de acceder de inmediato a las vacunas, en caso de resultar exitosas las pruebas de las farmacéuticas porque es muy difícil que haya una liberalización inmediata de las patentes. En este caso, la Organización Mundial de la Salud, debilitada tras el retiro del apoyo de Estados Unidos, deberá asumir el rol que le corresponde, porque la pandemia afecta a todos los países por igual.
Esto mientras las farmacéuticas suman su valor de mercado en Wall Street. Pfizer, por ejemplo, aumentó su cotización en $50 mil millones desde un mínimo de mediados de marzo, gracias a la competencia entre los países desarrollados por ser los primeros en acceder a las vacunas experimentales más prometedoras.