La deuda pública global va a tocar un máximo histórico en 2020 debido a los esfuerzos de los gobiernos para impedir un colapso económico por la pandemia del coronavirus, pero el FMI advirtió que recortar el gasto público muy pronto podría descarrilar la recuperación.
Gita Gopinath, economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), y Vitor Gaspar, director del Departamento de Finanzas Públicas, alertaron que va a ser necesario que el gasto público siga “estando de apoyo y que sea flexible hasta que se haya asegurado una salida duradera de la crisis”.
Pese a que las tasas de interés están en mínimos en todo el mundo, la deuda pública alcanzará este año un máximo histórico y sobrepasará el tamaño de la economía global. Se prevé que el déficit de los Estados sea cinco veces más grande de lo que se estimaba para 2020 antes de la pandemia.
La crisis sanitaria y el confinamiento para contener un virus para el cual no hay vacuna demandaron una inmensa respuesta fiscal cercana a los $11 billones para ayudar a los hogares e impedir quiebres de empresas.
“Pero las políticas de respuesta también contribuyeron a que la deuda pública global llegue a su máximo nivel en la historia y se ubique por encima del 100% del PIB global. Todavía no estamos fuera de peligro.”, aseguraron los altos cargos del FMI.
La entidad multilateral, que históricamente ha defendido los recortes en el gasto público, está en una posición poco habitual de instar a los gobiernos a dar liquidez a la economía y al mismo tiempo de advertir sobre los obstáculos que quedan en el camino, especialmente si hay un repunte de los casos.
“Si bien la trayectoria de la deuda podría seguir aumentando (…) una reducción de la presencia fiscal más temprana a lo que se justifica representa un riesgo aún más grande para la recuperación, con aún mayores costos fiscales”, aseguraron.