Con 96 votos, la Asamblea aceptó la renuncia irrevocable que presentó Otto Sonnenholzner a la Vicepresidencia de la República, que venía desempeñando desde el 11 de diciembre de 2018. La bancada del correísmo, al igual que parte de la de Acción Democrática Independiente, uno del bloque de Creo y un independiente. Casi inmediatamente el Presidente envió a la Asamblea una terna para designar a su reemplazo, encabezada por la ministra de Gobierno, María Paula Romo; el secretario General de Gabinete, Juan Sebastián Roldán. y la directora del Servicio Nacional de Aduanas, María Alejandra Muñoz.
Romo, Roldán y Muñoz, desde sus ámbitos, se han puesto al frente de la lucha contra la pandemia. La ministra de Gobierno está al mando del Comité de Operaciones de Emergencia y fue la encargada de abrir la información a la prensa desde la plataforma de zoom, sin evadir ninguna respuesta ni siquiera del corresponsal de Telesur.
Su trabajo fue clave en el paro de octubre para desactivar el golpe de Estado que intentaba el correísmo, sobre todo en el acercamiento con el movimiento indígena. Ha sido un fuerte respaldo al trabajo desarrollado por la Fiscalía para desmontar redes de corrupción con la compra de insumos médicos primero y con los carnés de discapacidad después.
Si bien empezó con el crreísmo, se fue cuando el expresidente Rafael Correa advirtió con que iba a meterle mano a la justicia. De ahí la animadversión del exmandatario y el odio hacia ella del correísmo, que inmediatamente comenzó a activar sus redes para atacarla. Su trabajo fue clave para extraditar a los hermanos Salcedo y hacerles rendir cuentas ante la justicia. Esas detenciones permitió desenmascarar la red de carnés de discapacidad usados para acceder a beneficios tributarios y exoneraciones arancelarias en la importación de autos de alta gama.
El cambio en la Vicepresidencia se produce en medio de una compleja coyuntura política, cuando se tejen alianzas de todo tipo para una atípica campaña electoral por que están prohibidas las concentraciones masivas. Y el riesgo al Covid seguramente hará pensar a muchos candidatos en la conveniencia de hacer campaña puerta a puerta.