El noveno ciclón de la temporada de huracanes en el océano Atlántico puede pasar la noche de este miércoles o las primeras horas del jueves cerca o sobre Puerto Rico con vientos de hasta 90 kilómetros por hora, según ha informado el Centro Nacional de Huracanes. La tormenta, que se llamará Isaías si cobra fuerza suficiente para merecer ser nombrada, atravesará después República Dominicana, podría rozar el este de Cuba y llegará a la península de Florida entre el domingo y el lunes.
El ciclón, que arrastra ráfagas de vientos de hasta 45 millas por hora y avanza a una velocidad de 23 millas por hora en el suroeste del Caribe, ya está dejando fuertes lluvias en las Islas Sotavento, y se espera que gane fuerza en las próximas horas antes de que llegar a las Islas Vírgenes y Puerto Rico, que aún no se ha recuperado del todo de la devastación provocada por el huracán María en 2017.
El trayecto potencial del fenómeno natural se dirigirá hacia las Bahamas el sábado y hacia Florida el domingo, con una tormenta tropical que alcanzaría vientos de alrededor de 90 km/h. A pesar de estos señalamientos, los meteorólogos dijeron que la tormenta podría cambiar su rumbo en los próximos días. Y podría dejar lluvias de entre 3 a 6 pulgadas, hasta un máximo de 10, además de olas de unas 12 pulgadas de altura, así como corrientes marinas peligrosas.
Los meteorólogos emitieron avisos por tormenta tropical para Puerto Rico, las Islas Vírgenes Británicas y de Estados Unidos, Antigua, Barbuda, Dominica, Martinica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Guadalupe, San Martín, Saba, San Eustaquio y algunas partes de República Dominicana. Una alerta de ese tipo supone que se predicen condiciones de tormenta tropical dentro de las próximas 36 horas.
El Centro Nacional de Huracanes advirtió de que es demasiado pronto para determinar el comportamiento de la tormenta: “No se pude olvidar que dado que el sistema sigue en la etapa formativa, existe una incertidumbre mayor al promedio en torno a los pronósticos tanto de la trayectoria a corto y largo plazo como de la intensidad”.
Las autoridades puertorriqueñas han instado en cualquier caso a la población a tomar precauciones ante las fuertes lluvias, que pueden provocar deslaves e inundaciones repentinas, sobre todo en las áreas que asoló el huracán María, así como en el sur de ese territorio estadounidense donde a principios de este año varios terremotos destruyeron cientos de viviendas.
La gobernadora, Wanda Vázquez, alertó en una rueda de prensa que se prevé que la tormenta cause apagones, sobre todo ante la fragilidad del tendido eléctrico que sufrió severos daños tras el paso del huracán. Vázquez también informó que se prepararon más de 300 albergues en toda la isla para recibir gente si fuese necesario y que había más de 130.000 mascarillas disponibles ante el repunto de casos de Covid-19.
El comisionado interino del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), Nino Correa, recomendó que cada hogar cuente un kit básico de suministros, con agua, alimentos no perecederos, mascarillas, medicamentos, linternas y baterías, entre otros, además de preparación especial para las personas con enfermedades crónicas y los dependientes de oxígeno.